¿Recuerdan lo del lobito bueno al que maltrataban todos los corderos? Pues La Razón, enseñando la patita que es un primor, trae hoy una versión libre del verso de José Agustín Goytosolo. "Nace la Asociación Nacional de Víctimas del Frente Popular", anuncia a todo trapo el diario de Francisco Marhuenda. La buena nueva ocupa una página completa y va ilustrada, además de con una foto de Paracuellos, con el logotipo de la tal asociación, un dibujo infantiloide de una lápida con la inscripción, tachán tachán, "Caídos por dios y por España. ¡¡¡PRESENTES!!!". Lo de las mayúsculas y los tres signos de admiración es tal cual, se lo juro.

"A favor de «la verdad» frente a la «falsa, parcial y sectaria Memoria Histórica»", reza el subtítulo. A partir de ahí, con tan pretendida como no conseguida neutralidad, el redactor nos va contando de qué va la cosa. "Sus promotores quieren que «las nuevas generaciones, intoxicadas con la memoria histórica falsa, parcial y sectaria, conozcan la verdad. Que la Guerra Civil fue inevitable. Que la buscó y promovió el Frente Popular. Que la verdadera reconciliación nacional fue promovida generosamente por el bando vencedor. Y que los herederos ideológicos de aquel Frente Popular están sentando la base con sus leyes sectarias y la manipulación histórica, de un nuevo enfrentamiento entre españoles»".

De delirio en delirio hasta el punto final, y sin que falte la información de contacto por si queremos adherirnos a tan noble causa, se desgranan los objetivos de los que, con un par, se presentan como orgullosos herederos de los golpistas de 1936. Como les supongo suficientemente asombrados y cabreados con lo que les he copia-pegado, termino ya con otro de los párrafos gloriosos del texto: "La entidad «también solicitará el reconocimiento singularizado para los voluntarios integrantes del CTV italiano, de la Legión Cóndor alemana, de los Viriatos portugueses y de todos aquellos otros contingentes que con su esfuerzo y sangre contribuyeron a una victoria que evitó la prosecución de las matanzas en la zona roja». Todo ello «con el fin de contribuir a cerrar heridas todavía abiertas en los españoles. Y dar satisfacción a los ciudadanos cuyos familiares sufrieron la tragedia de los gobiernos del Frente Popular»".

Una página completa, insisto, en el diario cuyo responsable, el mentado Francisco Marhuenda, hoy escribía sobre los delitos de odio, tras la enésima brutal agresión homófoba de Madrid. Que sí, que está muy mal, pero que también pegan a otros, nos viene a decir: "Dos de los colectivos que sufren ese odio son el LGTBIQ+ y las mujeres, pero también los judíos. La homofobia, el racismo o el machismo me resultan comportamientos terribles, pero siguen existiendo, aunque quiero insistir en que no están generalizados. Nuestra sociedad los rechaza frontalmente y, dicho con respeto y prudencia, no es algo generalizado". Ya, ya.

Esa argumentación en zigzag de "sí pero es que" es también la del columnero de ABC Jesús Lillo. También a él le parece mal que peguen a los homosexuales, pero le resulta pero que esas agresiones le vengan bien a la izquierda: "Sucedió con el asesinato de Samuel el pasado julio y se repite tras un abominable ataque cuya víctima, una más, solo renta para la izquierda en el mercado de la carroña. Que no se cierre la herida, que corra y salpique la sangre. La comisión de seguimiento del plan de lucha contra los delitos de odio debería analizar este viernes la actividad pública de quienes lo fabrican y explotan a escala industrial, ministerial y gubernativa y utilizan a las víctimas de forma selectiva, no todas valen, como soporte de su campaña de señalamiento y persecución". Ya, ya, vuelvo a repetir.

Y como esto ha empezado con memorias, desmemorias y relatos burdos de la Historia, pongo la despedida y cierre con un extracto de un texto de un tal Alberto Gil Ibáñez en El Español en defensa del buen nombre de la borbonidad. ¿Que desde el primero hasta, por lo menos, el penúltimo han salido ladronzuelos? Bah, minucias: "La dinastía de los Borbones no sólo no ha sido ese desastre histórico que defiende la propaganda republicana, sino que ha sido un elemento histórico estabilizador con más luces que sombras. Con la segunda vuelta de los Borbones en la persona de Juan Carlos I, España ha experimentado uno de los periodos más brillantes de su historia". Y sanseacabó.