na alim Los viajes en tren son un fenómeno literario muy recurrente. Grandes obras de la historia universal transcurren sobre raíles o tienen como escenario principal una línea de ferrocarril. En 'Anna Karenina', una de las cumbres de Lev Tolstoi, el trayecto entre Moscú y San Petersburgo tiene una importancia capital y refleja el cambio de modelo social de sus habitantes y sus nuevos hábitos. El tren modificó sus vidas. Para Tolstoi era una especie de metáfora del amor, un escenario único y altamente inspirador.

En muchos casos sigue manteniendo un halo romántico. Su conexión con la historia, la literatura y el cine le otorga un aura especial. El tren no es un medio de transporte más: la constante y suave cadencia de su traqueteo lleva al viajero a un estado gozoso, somnoliento y relajado. Es disfrute y sosiego. Y también se ha convertido en una manera de conocer mundo visitando diferentes destinos a bordo de vagones de lujo. En Europa, Asia, América y África. Aquí va una selección de cuatro fastuosos viajes en algunos de los mejores trenes del planeta.

8.000 kilómetros de erial, terreno helado y un desierto infinito. Dos continentes que unen Moscú y Pekín, cada uno con sus rarezas y costumbres, sus husos horarios, sus leyendas y sus poderosos gobernantes; desde los zares rusos a los emperadores chinos. El Transiberiano, o lo que es lo mismo, el legendario Grand Trans-Siberian Express, realiza el recorrido ferroviario más largo del mundo. La palabra grandilocuente cobra sentido durante el viaje. Todo es desmesurado, hiperbólico.

La primera parada se construyó en los tiempos de Pedro el Grande, en el siglo XIX. Ahí fue donde los bolcheviques asesinaron a la familia Romanov en 1918 durante la revolución rusa. Cabe recordar que el Transiberiano se llevó a cabo por el empeño del zar Alejandro II en conectar por tierra el imperio ruso. Además del vasto paisaje siberiano, sus tripulantes suelen destacar el lago Baikal como uno de los hitos más espectaculares del recorrido. Es una de las reservas de agua dulce más extensas que se conocen.

Casas tradicionales de madera, llanuras mongolas, montañas sagradas, el desierto de Gobi, el ansiado final en Pekín... El servicio de tren continuado más extenso del planeta conserva el encanto de los viajes históricos. Los viajeros lanzan un aviso: su descomunal trazado exige paciencia durante las dos semanas que dura el trayecto. La experiencia compensa, pero conviene tenerlo en cuenta.

Un clásico absoluto. Guarda una inevitable conexión literaria con Agatha Christie en uno de los casos más desconcertantes del detective Hércules Poirot. El éxito de la novela 'Asesinato en el Orient Express' ha contribuido a que el trazado París-Estambul, que había nacido en 1883, se haya mitificado hasta límites insospechados. Cuando el libro salió a la luz en 1934, el rápido de Oriente ya había alcanzado el estatus de leyenda. A su alrededor se sucedían historias de todo tipo, algunas reales y otras inventadas.

Los grandes personajes de la época se quedaron prendados de sus exclusivos servicios. Reunía a la flor y nata del momento, sobre todo en los años de la Belle Époque: escritores, actores, magnates, trotamundos, artistas, reyes, políticos, empresarios, diplomáticos, turistas con el bolsillo desahogado, espías... Todos se dejaron caer por el lujoso convoy, incluido Sean Connery en la piel de James Bond en 'Desde Rusia con amor'.

La Segunda Guerra Mundial fue el principio del fin. Con el mundo dividido en dos mitades, la decadencia era inevitable en un itinerario que atravesaba países y realidades políticas dispares. El cierre definitivo llegó a finales de los 70. Hoy en día es posible emular el clásico viaje París-Budapest-Bucarest-Estambul de un modo bastante fiel al original. La empresa Belmond ha rebautizado el glamuroso viaje como Venice Simplon-Orient-Express, es decir, "el conjunto de vagones más famoso del mundo". Y el más glamouroso.

20 vagones, 72 pasajeros y el sueño cumplido por un empresario llamado Rohan Vos. Los afortunados viajeros que se suben a bordo del Rovos Rail atraviesan miles de kilómetros por exóticos paisajes. La ruta parte de Ciudad del Cabo (sede la compañía, ubicada en Sudáfrica) y transcurre por Zimbabue, Zambia, Tanzania, Namibia y Botsuana. Las montañas Paarl, las visitas al Kilimanjaro y el Serengeti, el accidentado paisaje del Karoo y las minas de diamantes y oro son algunos de los puntos fuertes del recorrido.

Concebido como "el tren más lujoso del mundo", el coste por persona supera los 10.000 euros por una estancia de nueve noches. En este Orient Express de la sabana africana, el tren del magnate Vos sigue la huella del imperio británico y ofrece la clásica postal africana de la época colonial. Por lo que cuentan, el empresario no suele faltar a la cita cada vez que parte uno de sus convoyes. Saluda personalmente a los viajeros, les brinda consejos para el trayecto de sus vidas. Mientras, los pasajeros toman té y disfrutan de un desayuno victoriano. El siglo XXI da paso al XIX. Las ventanas del tren se abren a los ojos del turista occidental, que ve cómo al otro lado hay un mundo muy distinto al suyo.

De Donostia a Santiago de Compostela en un hotel de cinco estrellas. O al revés. Con un precio por persona de 5.775 euros (siete días, ocho noches), Renfe tira la casa por la ventana con el tren Transcantábrico Gran Lujo que inauguró hace más de 10 años. El viaje está disponible entre los meses de marzo y octubre y cuenta con los "históricos coches Pullman" de los años 20 como uno de sus grandes reclamos. Es la apuesta más exclusiva de la empresa ferroviaria española.

"Imagine un hotel de lujo sobre raíles que le traslada a la nostalgia y el encanto de los trenes del siglo XX, pero con la tecnología y el confort del siglo XXI. El Transcantábrico Gran Lujo es comodidad, glamour, gastronomía, cultura, descanso y diversión", reza su eslogan. La opción de recorrer Euskadi, Cantabria, Asturias y Galicia a bordo de un tren se puso en marcha en 1983. Lo que nos llega ahora es una versión de lujo y pompa, "un viaje en el tiempo que nunca olvidará".

La ruta norteña es más que un espectacular recorrido verde. El desembolso incluye una selecta gastronomía acorde a las exquisiteces del lugar; entradas a museos, monumentos y espectáculos; música en directo; excursiones y visitas programadas; una copa de bienvenida y cena-fiesta de despedida, entre otros servicios. En 2009, la Sociedad Internacional de Viajeros del Ferrocarril lo eligió como uno de los 25 mejores trenes del mundo. l