Tener las ideas claras y más de una pasión en la vida es redoblar las posibilidades de ser feliz. Y José Sospedra (1987, Valencia) ha conseguido hacer realidad varios sueños. Con la inestimable compañía de su padre, su compañero de aventuras, recorrió la ruta 66 de Estados unidos, algo que recomienda fervientemente, y en lo que a su otra pasión se refiere, la interpretación, su rostro puede verse como parte del elenco protagonista de Mía es la venganza, ahora en Divinity, donde da vida a Mario, la voz y representación precisamente de la venganza. Y es que esta serie diaria cuenta la historia de Sonia (Lydia Bosch) y Mario (Sospedra), que tienen algo en común: ambos sufren las consecuencias de un trágico accidente ocurrido hace veinte años. Ella vive presa del remordimiento, mientras que él está lleno de odio y quiere que Sonia pague por todo lo sucedido.

Pasar a formar parte de la familia y la historia de Mía es la venganza para él ha sido “un honor y un placer. Ha sido también mucho trabajo y esfuerzo por parte de todo el equipo, muchas horas, pero tanto yo como mis compañeros estamos supercontentos de estar en este pedazo de proyecto”, reconoce el intérprete, que afirma estar “muy bien rodeado” en esta producción. Y es que además de Lydia Bosch, comparte producción con actores y actrices como Natalia Rodríguez, Claudio de la Torre, Armando del Río, Alba Gutiérrez o Judith Fernández, entre otros. Además, su personaje es la representación en esta serie de la venganza, y aunque es poco de dar consejos, Sospedra reconoce que se tomaría una cerveza con Mario, su personaje, y le diría “Tío, ¿has probado a ir a terapia?”, sonríe. Pero sí reconoce que le está gustando interpretar a un personaje oscuro, que tiene traumas y van aflorando y marcando la personalidad del mismo. “Como actor es superdivertido poder ir descubriendo cosas nuevas del personaje, creando capas...”, explica. 

Pasar a formar parte de la familia y la historia de ‘Mía es la venganza’ para él ha sido “un honor y un placer”

Y si las cervezas no surten su efecto, además, siempre puede compartir con Mario un paseo en moto por los alrededores del exclusivo club Los Olivos, la gran pasión de Sospedra, esa que le viene desde niño. “Recuerdo a mi padre siempre yendo en moto. En cuanto tuve la edad para sacarme el carnet, me lo saqué, y en cuanto tuve el dinero para comprarme una moto, lo hice. Y siempre que puedo viajo en moto, con mi padre he hecho viajes en moto, y es algo que me encanta”. Y esta afición compartida le ha llevado a conocer multitud de destinos. Sin ir más lejos, recordaba en conversaciones con Iplus que por Madrid hay muchas rutas, aunque la que más le gusta es la ruta 66, ya que tuvieron la oportunidad de ir desde Chicago a Santa Mónica. “Los paisajes van cambiando”. Y cabe la posibilidad incluso de que se acerque a la zona cantábrica desde los Pirineos, aunque para eso necesita tiempo. “El problema es saber cuándo tengo tiempo, porque ahora mismo es difícil”, sonríe finalmente.