Jon Idiakez sopló velas el pasado 18 de junio subido a una moto. El piloto gasteiztarra de motocross cumplió 27 años el mismo día en que quedó segundo en el circuito de Hinojedo (Suances, Cantabria) de la categoría MX1, logrando así el octavo podio de la temporada y, prácticamente, asegurándose el primer puesto del campeonato de Euskadi de aquí al final de temporada. “Ese fue mi primer regalo”, dice Idiakez. Quedó por detrás de todo un corredor del Dakar, el salmantino Lorenzo Santolino, que había sido invitado por la organización. Una segunda plaza con sabor a victoria. “Me hizo especial ilusión, porque además en su día Lorenzo fue mi profesor”, cuenta.

Cercano, agradable y natural en el trato (“me regalaron unos calzoncillos por mi cumpleaños, que siempre vienen bien”), Jon Idiakez lleva toda la vida asociado a las motos. En su caso son “casi 20 años”, contabiliza, de ahí que en la conversación telefónica se le escapé un par de veces la sorprendente frase de “cuando era joven”. ¿Pero en qué momento se deja atrás la juventud en el mudo del motocross? ¿A los 25 años ya eres mayor? “A esa edad normalmente has quemado tus últimos cartuchos”, responde Idiakez, “porque las lesiones aparecen con más frecuencia y todo se vuelve más complicado. También es verdad que ha habido pilotos que han rendido a un nivel muy alto hasta los 35 ó 40 años”.

A continuación, sale el nombre del italiano Tony Cairoli (37 años, 9 títulos mundiales) y de su “profesor, amigo, rival y compañero” Javi Fernández, campeón de España de motocross, que “con más de 40 años continúa dando mucho gas. Mi esperanza es que en el futuro pueda seguir disfrutando de este deporte y estar en la pelea mucho tiempo”, cuenta Idiakez, quien en 2008 llegó a participar en el Mundial de motocross disputado en Holanda. Aquel joven piloto de Gasteiz apuntaba alto. “Tenía unos 13 o 14 años y no salió nada mal. Fue justo antes de mi operación medular”, recuerda.

Hacia los 10 años le diagnosticaron una enfermedad con nombre de acertijo o trabalenguas, lipomeningocele, que le impedía “hacer una vida normal” a un chico de su edad. “Me tropezaba con frecuencia, tenía recaídas, infecciones, no tenía desarrollado el control de esfínteres…”, explica. Dio muchas vueltas por médicos y especialistas hasta que, finalmente, se sometió a una operación quirúrgica “súper complicada” en Donostia que le dejó KO durante un mes. La intervención dirigida por la neurocirujana Alicia Bollar salió “bien” y le ha permitido seguir adelante con su día a día en un camino no exento de “dificultades”.

“Los médicos me dijeron de todo: que iba a quedarme sentado en una silla de ruedas, que tuviera mucho cuidado….”, recuerda ahora. El piloto de la escudería alavesa Zuzenak estudió la carrera de Ciencias del Deporte y actualmente trabaja como comercial de la zona norte (CAV, Navarra, La Rioja, parte de Castilla y León) en la centenaria empresa vitoriana de bicicletas BH. Al mismo tiempo, se las ingenia como puede para sacar tiempo y seguir ligado a la pasión motociclista bien como corredor o dando clases a jóvenes pilotos vascos de motocross junto a su padre.

Quién sabe: tal vez los Idiakez estén formando a futuros campeones de motocross con los “cuatro o cinco eventos” que organizan todos los años. El propio Jon Idiakez pudo haber sido deportista profesional compitiendo por todo el mundo, una espinita que se le quedó clavada en el corazón y que se la ha quitado con la edad. Con 27 años recién cumplidos ya ve las cosas de otra manera. “Tengo los pies en el suelo”, resume.

Sobre ruedas

Escudería Zuzenak. El piloto gasteiztarra Jon Idiakez acaricia el campeonato de Euskadi de motocross. A sus 27 años, está a un paso de revalidar el título y las victorias no se le han subido a la cabeza.

Paraíso motocross. El circuito de Quintana María, en Burgos, es su favorito en el norte de la península. “Ahí es donde más he crecido y entrenado. Me encanta. Las condiciones para la práctica del motocross son fabulosas. Es un paraíso”, afirma Idiakez. 

El musiquero. En una familia en la que “la cultura musical está bastante arraigada” no es de extrañar que a Jon Idiakez le dé a todo: música clásica, rocanrol, heavy, electrónica, ritmos latinos… Fue a la jornada del sábado 8 de julio del BBK Live.