Desde hace 15 años el Club Náutico de San Sebastián ha explorado el pecio de un carguero alemán que proveía de mineral de hierro a la industria militar nazi hundido en 1942 frente a las costas de la capital guipuzcoana. Una exposición recoge el fruto de ese trabajo y lo contextualiza en su momento histórico.

Producida por el Aquarium de Donostia, donde estará expuesta hasta finales de año o principios del siguiente, y dirigida por el catedrático de Teoría e Historia de la Educación Luis María Naya, la muestra "Joäo Pessoa: un carguero alemán hundido en aguas donostiarras" ha contado con la colaboración de Azti y la UPV/EHU.

La muestra incluye fotografías y un vídeo elaborados por Luis Naya y Jesús Carlos Preciado, material procedente del Museo de la Educación de la UPV/EHU, y una carta náutica de la zona de la Picachilla, una roca que emerge del agua entre Mompás y la Punta de la Atalaya, contra la que chocó el Joäo Pessoa el 7 de junio de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial.

El barco, que transportaba mineral de hierro destinado a elaborar armamento para el ejército alemán, tenía por destino Burdeos, desde donde su carga sería llevada en tren hasta Alemania.

Aunque no se han encontrado pruebas, el buque de la naviera Hamburg-American, según su denominación de entonces, podría haberse acercado demasiado a la Picachilla cuando trataba de esquivar un submarino de la Royal Navy y acabó hundiéndose en el mar un día después de la colisión, aunque sus 144 tripulantes salvaron la vida y fueron trasladados a Alemania.

Una vez hundido el barco, de 100 metros de eslora y 3.000 toneladas de peso, fue desguazado entre 1945 y 1946 para "recuperar cuanta chatarra se pudiera", explica Naya.

Las primeras pistas sobre la ubicación exacta del pecio las facilitaron los hermanos Eguia y desde hace quince años buceadores de la sección subacuática del Club Náutico han fotografiado el pecio.

El "problema" fue identificar los restos del buque para lo cual Naya consultó el Archivo General de la Administración y el de la Marina.

El pecio está situado a unos 25 metros de profundidad, "asequible para permanecer unos 40 minutos en cada inmersión" y poder filmar, señala Naya que reconoce que el estado de los restos no es bueno, "pero están ahí".

No es el único, porque Naya afirma que en la zona de la Picachilla están identificados otros tres barcos: una embarcación de madera del siglo XVII, un pesquero reciente de hace unos 20 años y la hélice y el motor de un vapor.

La exposición trata de reivindicar el patrimonio sumergido y al mismo tiempo "recuperar la historia".

Donostia fue una "zona de descanso" para los nazis que a este lado de la frontera no eran "el ejército ocupante" sino que se encontraban en un "país amigo".

La exposición recoge una fotografía de Heinrich Himmler pasando revista a las tropas en pleno centro de la ciudad y una imagen del mitín que el partido nazi ofreció el 1 de mayo de 1941 en La Perla, en la que se aprecia un grupo de "dantzaris" en la escalera coronada por una esvástica.

También se pueden contemplar cuadernos escolares como el de una niña de 10 años que en 1938 que auguraba "La unión de los grandes líderes que salvarán Europa: Adolf Hitler, Benito Mussolini y Franciso Franco", entre otros objetos que ilustran el momento histórico del naufragio.