- Las nuevas restricciones por la pandemia de COVID-19 han aplazado el sistema que estaba preparando el Ayuntamiento de Donostia para facilitar una correcta alimentación a las personas sin hogar que lo necesiten. Según las directrices que se estaban diseñando, la idea no consistía en crear un comedor social al uso, como los que existen en otras ciudades como Bilbao, sino en abrir la posibilidad a que las personas sin domicilio fijo puedan degustar un menú en establecimientos no exclusivos para ellas, como restaurantes.

El cierre de la hostelería deja, por el momento, en el aire la iniciativa del departamento de Acción Social. La concejala responsable del área, Ai-tziber San Román, recuerda que la necesidad de alimentación de estas personas es una realidad y en los últimos tiempos muchas de otras localidades se desplazan a Donostia para poder asistir al espacio del centro de día Hestiak, en donde pueden pasar las largas horas hasta el momento de dormir. Pero estos ciudadanos sin recursos también deben alimentarse.

Hace unos años, el Ayuntamiento barajó la posibilidad de crear un comedor social en la Parte Vieja pero, antes de darse a conocer públicamente, distintas voces se opusieron a esta posibilidad y la idea quedó abortada.

El centro de día de Hestiak tiene un aforo de 20 personas y acceso a Internet, prensa, juegos y ayuda psicosocial, pero está destinado a dar de comer. En 2019, pasaron por este local 557 personas (510 hombres y 47 mujeres).

Por otra parte, el departamento de Acción Social cuenta también con otros planes en la actualidad como, por ejemplo, la remodelación del edificio pequeño del complejo Abegi Etxea del paseo de Mons, para personas sin hogar. El pabellón será remodelado con el fin de lograr un espacio más moderno, adecuado a las separaciones indicadas por el COVID-19 y más flexible a la hora de acoger familias de distinto tamaño. La obra comenzará a finales de noviembre, según está previsto, pero no será necesario desalojar la instalación del todo, ya que se podrá hacer por partes.

Además de cambiar la cocina y los baños, se instalarán cortinas especiales que permitirán variar el tamaño de los espacios y también taquillas, con el fin de que las pertenencias de las personas estén convenientemente ordenadas. Las actuales literas serán sustituidas por camas plegables de modo que, si no hacen falta en determinados momentos, puedan estar guardadas y no quiten sitio.

Así lo explica la concejala de Acción Social, Aitziber San Román, que recuerda que este pequeño pabellón, que actualmente tiene tres habitaciones, una cocina y unos baños, se destina a familias que llegan a Donostia y que, por el reparto competencial, no tienen derecho a recibir determinados servicios, como sí lo tienen los ciudadanos de Euskadi. A pesar de ello, toda persona que llegue a la ciudad sin recursos tiene derecho a ser valorada por los servicios sociales y aconsejada sobre el camino que debería seguir para mejorar su situación. Por ello, es habitual que el conocido como anexo de Abegi Etxea acoja a familias de distintos puntos del Estado o extranjeras que han llegado a Donostia en busca de un futuro mejor. En ocasiones, estas familias están poco tiempo, pero en otras su estancia se alarga más.

"El hecho de que en Abegi Etxea haya dos educadores sociales y una trabajadora social aconsejó mantener el anexo para atender determinados casos", explica la corporativa, que recuerda que Donostia dispone de 24 pisos de emergencia social que, en ocasiones, también pueden dar cabida a estas familias en tránsito o sin espacio en el que residir.

Para la reforma del espacio no se prevé desalojar a los residentes en el lugar ya que se podrá hacer por zonas, pero en caso de necesidad, alguna familia podría ser trasladada a los pisos de emergencia. A lo largo del pasado año fueron atendidas en ellos 26 familias o grupos de convivencia con 40 adultos y 28 menores de edad. En total, se alojaron 68 personas.

Por otra parte, el Centro Municipal de Acogida Social ubicado en el edificio principal de Abegi Etxea ofrece alojamiento a todas las personas que carecen de él y de medios económico para obtenerlo. El centro tiene 40 plazas, repartidas en habitaciones dobles e individuales. A lo largo del pasado año se registraron 3.240 ingresos de 2.068 personas distintas, ya que algunas acudieron varias veces. Por contra, 1.058 acudieron al centro por primera vez.

En total, se contabilizaron 13.634 pernoctaciones, es decir una media de 37 personas al día, lo que indica un índice de ocupación superior al 93%. Más del 80% de los usuarios del albergue son varones y el 72,5%, extranjeros. Los datos del pasado año revelan que los africanos son los principales usuarios del servicio, con un 67,2% del total, seguidos de los procedentes de Europa, ( 17,8%) América (9%) y Asia (2%).

El Consistorio prepara un plan para que las personas sin hogar puedan recibir un menú equilibrado en restaurantes

El centro de día Hestiak, donde pueden pasar la jornada las personas sin domicilio, atendió el pasado año a más de medio millar de usuarios