- El proceso para trazar el mapa de las infraestructuras deportivas de Arrasate ya ha iniciado su rodaje. Tras la primera reunión que en junio congregó a trece clubes, ahora le ha tocado el turno a la ciudadanía que el pasado jueves afrontó la primera ronda de encuentros de esta iniciativa participativa, que pone el foco en el deteriorado y obsoleto polideportivo de Musakola (el anteproyecto del nuevo equipamiento se elaboró en la pasada legislatura), y en otras instalaciones como Iturripe y Uarkape. Se trata, en cualquier caso, de abordar el deporte desde una perspectiva general, que abarque el municipio en su conjunto.

Elegidos al azar a través del padrón municipal, atendiendo a criterios de sexo, edad y zonas de residencia, el grupo de usuarios de las instalaciones deportivas (ocho integrantes) y el ciudadano (diez; seis mujeres y cuatro hombres) se han puesto manos a la obra con la primera reunión que llevaron a cabo anteayer. A ambos grupos se les suma un tercero, el de los clubes deportivos, y un cuarto y quinto que constituyen el personal técnico del Consistorio y representantes municipales. Todos ellos, de forma conjunta, forman parte del grupo de deliberación que comenzará su andadura el 14 de septiembre con tres sesiones de trabajo de las que emanarán el diagnostico de las infraestructuras deportivas actuales, las necesidades de intervención y el orden de realización de las futuras obras.

Además, según avanzó el Ayuntamiento, entre finales de octubre y principios de noviembre se habilitará una carpa a pie de calle durante cinco días para que la ciudadanía pueda realizar sus aportaciones.

Este proyecto, promovido por el Gobierno municipal (PNV-PSE), requerirá de un plan plurianual de inversiones que “comprometerá también a las próximas legislaturas”. Para jeltzales y socialistas los equipamientos deportivos son “una necesidad estructural que tiene el pueblo” y entienden que hay que abordarlos “con valentía” en un escenario en el que el Consistorio tiene “la deuda a cero”. El equipo de Gobierno trabaja sobre un plan de inversiones a diez años que, tal y como explica, “se ajustará al proyecto que se detalle en esta iniciativa participativa”.

El proceso consta de cinco fases que se prolongarán durante nueve meses. Estará concluido para febrero de 2022.