e los once municipios vascos -diez guipuzcoanos- que tienen cerrada a cal y canto la hostelería por su situación epidemiológica, cuatro son de Debagoiena: Aretxabaleta, Eskoriatza, Leintz Gatzaga y Arrasate. En esta última localidad, además, los bares y restaurantes no han podido abrir ni un solo día sus puertas desde que se decretara el cerrojazo el pasado 6 de noviembre. 54 días parados. Con la persiana completamente bajada. Mientras tanto, Aretxabaleta y Eskoriatza han tenido que hacer frente, como si de un espejismo se tratara, a fugaces aperturas seguidas de nuevos cierres. Ante esta agónica situación, los hosteleros volvieron a echarse a la calle el lunes para lanzar un enésimo SOS, clamar por su supervivencia y exigir un plan de rescate "inmediato y digno".

Una multitudinaria manifestación recorrió las calles de Arrasate, encabezada por un ataúd que simbolizaba la muerte de un sector fuertemente azotado por la crisis del coronavirus y sus restricciones. A la marcha se sumaron profesionales de la hostelería de toda la comarca, que "más unidos que nunca", hicieron visible la "precaria e insostenible" situación del colectivo, fruto de "la condena y el desamparo continuo por parte del Gobierno", según denunciaron. "Ni plan A ni plan B, ¡pedimos el rescate urgente ya!", gritaron alto y claro, a la vez que reivindicaron lo que "nos pertenece, nos han quitado de raíz, sin escrúpulos, y repetidas veces durante prácticamente todo este año".

Los manifestantes dijeron "¡basta ya! al juego constante con nuestra única fuente de ingresos, con nuestro único recurso para la supervivencia y la de nuestras familias". "La hostelería ya ha cumplido condena y se ha reinsertado. Horarios y aforos limitados, y condiciones de prevención estrictas" ante la pandemia, recalcaba el comunicado suscrito por SOS Deba Gorriko Ostalaritza (en alusión a los municipios en rojo de Debagoiena) y SOS Gipuzkoako Ostalaritza. Los firmantes del citado escrito que acompañó a la marcha reclamaron al Gobierno Vasco que "deje de jugar con nosotros; de usar nuestro cierre constante como tranquilizante social, porque nos estáis poniendo en peligro de extinción".

Recordaron, asimismo, que en Euskadi existen 13.628 negocios hosteleros que cuentan con 51.500 empleados. Cerca de 5.000 de estas actividades pertenecen a Gipuzkoa y agrupan a 19.000 trabajadores y sus respectivas familias; unas 100.000 personas en total.

Se refirieron, por otro lado, a las ayudas que calificaron de "irrisorias" e, incluso, hablaron de "limosnas". "Ayudas que apenas dan para adaptar los negocios a la pandemia como para ayudar a sanar las cuentas... Cubiertos de deudas, de préstamos. Señoras y señores del Gobierno, el tema es serio; tengan la misma seriedad que la situación requiere. ¿Cómo hacemos frente y mantenemos la calma?, mientras morimos día tras día viendo las decisiones que tomáis, como si de una partida de mus se tratase", sentenciaron.

El sector seguirá con sus movilizaciones en los próximos días.