on el inicio de 2022, Irun ha entrado ya en el año al que corresponden los presupuestos que actualmente negocian los grupos municipales. Desde el PNV local, avanzaron hace unos dias el estado actual del proceso negociador con el Gobierno municipal, con el que ya han tenido un encuentro que se desarrolló de manera “cordial” y con “voluntad negociadora por ambas partes”.

A mediados de diciembre, el portavoz del grupo jeltzale, Xabier Iridoy, dio cuenta de los cuatro ejes negociadores que la formación utilizaría como guía en sus conversarciones con el Gobierno. Esos cuatro temas se referían al impulso del proyecto ferroviario Vía Irun con la cubrición de vías, a la creación de un plan plurianual de bidegorris en el centro urbano de Irun, al refuerzo del Plan Director de Txingudi y a la búsqueda de alternativas viables al desarrollo urbanístico del ámbito de Pasquier-Recondo.

Pero más allá de estas cuatro líneas generales, el grupo ha presentado al equipo de gobierno un conjunto de 26 enmiendas de adición por un monto total de 1,9 millones de euros. Como aclararon en rueda de prensa los ediles Iosu Iguiñiz y José Enrique Corchón, el PNV mantiene en 2022 el criterio de ir a máximos en cuanto a capacidad económica en la gestión municipal de Irun, apostando por aprovechar todo el déficit al que el Ayuntamiento está autorizado por norma foral.

En ese sentido, Corchón detalló que, con el monto propuesto, se supera el presupuesto proyectado por el Gobierno en 1,27 millones. Para financiar dicha cantidad, los jeltzales proponen tres vías: por un lado, apurando la capacidad de déficit del Consistorio; por otro, incluyendo en el presupuesto subvenciones forales ya aprobadas y, por último, reperiodificando algunas inversiones plurianulaes.

En este último caso, desde el grupo señalan a inversiones como las de la construcción del nuevo edificio municipal en la plaza San Juan o la de la segunda fase de la biblioteca municipal CBA. “No cuestionamos estos proyectos, cuestionamos el faseado de sus presupuestos”, explicó Corchón, que afirmó que el grupo no cree que las cuantías reservadas para la ejecución de esas infraestructuras sean ejecutables en 2022.

Utilizando esos 1,9 millones, los jeltzales plantean otras prioridades como la construcción de las instalaciones deportivas de Txenperenea, las reurbanizaciones de las calles Lapice y Ermita, así como la del entorno de Mendibil, o para ampliar las cantidades reservadas para las áreas de Euskera, Bienestar Social, Deporte y Cultura.

Los jeltzales mantienen este 2022 el criterio de ir al máximo en la capacidad económica del Ayuntamiento para beneficio del ciudadano