- Ser mujer es motivo de discriminación aún en pleno siglo XXI y en Irun. Pero lo es todavía más si se es migrante, si se cuenta con algún grado de diversidad funcional, o si se está en edad avanzada, entre otros factores agravantes. Así lo concluye el estudio sobre discriminación múltiple publicado esta semana por el área de Igualdad del Ayuntamiento de Irun, un análisis realizado en el marco del vigente Plan de Igualdad de la ciudad con el ánimo de investigar sobre cómo se interrelacionan diversos factores con la discriminación de género y qué puede hacerse para paliar la situación.

Como explicó ayer la delegada de Igualdad, Miren Echeveste, “este trabajo tiene muchísima importancia porque nos demuestra que el hecho de ser mujer supone un factor interseccional en cuanto a la discriminación se refiere”. En otras palabras, lo que viene a demostrar este análisis es que la discriminación por género se solapa con otras discriminaciones, “como pueden ser la discapacidad psíquica o física, la racialización, el idioma o la edad”, como enumeró la edil. Según Echeveste, estos factores pueden darse juntos o por separado, pero cuando aparece más de uno al mismo tiempo “muchas veces no es un sumatorio, sino un multiplicador” en cuanto a discriminación se refiere.

En ese sentido, el estudio ha consistido en la recogida de datos cuantitativos de instituciones oficiales, pero también de testimonios cualitativos recabados por medio de entrevistas y grupos de discusión. La vertiente participativa del estudio fue importante, ya que para su elaboración se contó con las asociaciones de mujeres de la ciudad, así con sindicatos con presencia en el municipio. El presupuesto del estudio fue de 11.325 euros y la ejecución y redacción del mismo la realizó Parean Elkartea.

Por su parte, el técnico Koldo Zabala explicó las líneas generales tratadas en el documento, que puede consultarse de manera íntegra en el portal de Igualdad de la página web municipal (irun.org/igualdad). Así, Zabala detalló que el estudio ha partido de analizar cómo afectan diversos factores a las personas que se identifican como mujeres, ya fuesen cis o trans.

Desde dicha premisa, se han estudiado las intersecciones de origen étnico o racialización, edad, diversidad funcional, diversidad familiar u orientación sexual y clase social. Profundizando en el análisis, se ha investigado cómo cada una de estas condiciones afecta en la salud, la educación, la cultura, la práctica del deporte, la búsqueda de empleo, en el riesgo de sufrir violencia de género, la inclusión social y en los efectos del urbanismo en las personas que se identifican como mujeres.