En líneas generales, algunos tributos municipales no subirán en 2025, pero sí lo hará la tasa de recogida de basuras por la que la ciudadanía de Arrasate pagará un 38% más. Este incremento, que deberá ratificarse en pleno, es “obligatorio por ley”, tal y como explica el Gobierno municipal en su propuesta para las Ordenanzas Fiscales que estarán en vigor el próximo año, y que se aprobarán el 1 de octubre.

“Por imperativo legal el servicio de recogida de basuras de todos los municipios del Estado no podrá ser deficitario. Esto traerá consigo el encarecimiento de la citada tasa en muchas localidades; por ejemplo, un 85% en Gasteiz; un 40% en Lasarte y un 26% en Donostia. En Arrasate, al tratarse de un servicio deficitario, el Consistorio está obligado a implantar un incremento del 38%”, precisa el Gobierno arrasatearra.

Para paliar esta subida, EH Bildu y Elkarrekin no aumentarán los importantes de los tributos que “afectan directamente a las familias”, como es el caso del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el de vehículos de tracción mecánica, la tasa del agua y la OTA. Para el resto de tributos, y con el objetivo, según señala el edil de Hacienda Joseba Ezpeleta, de “garantizar una calidad adecuada de los servicios” se plantea un incremento en base al IPC, previsto en un 3%”.

El Gobierno municipal afirma que ha tenido una actitud “constructiva y negociadora” a la hora de abordar las Ordenanzas Fiscales con los partidos de la oposición. En la última reunión de la Comisión de Hacienda celebrada el miércoles, previa a la sesión plenaria del próximo martes, PNV y PSE-EE se abstuvieron en la votación.

“Más incentivos y menos cargas”

Por su parte, el PNV defiende la congelación de todas las tasas e impuestos municipales, salvo la subida de la basura exigida por ley. “El Ayuntamiento tiene un superávit de 13 millones de euros, a los que habrá que añadir alrededor de 700.000 euros más que se esperan recaudar de la tasa de recogida de residuos; esto demuestra que la situación financiera es buena y no es necesario imponer más carga tributaria a las y los arrasatearras”, sostiene la formación jeltzale. Apuesta, además, por una política fiscal con más incentivos que “promuevan una sociedad más sostenible y justa”. Entre sus propuestas, el PNV pide bonificaciones en las tasas de iniciativas culturales en infraestructuras deportivas; del 50% en el IBI para garajes individuales que instalen cargadores de vehículos eléctricos, y del 99% en el IBI de viviendas incluidas en el programa de alquiler Bizigune.