Más allá de los beneficios que el reciclaje tiene para el medio ambiente, ser capaz de separar y depositar los envases ligeros en el contenedor adecuado, en concreto, el amarillo, ha tenido premio en Mutriku en este mes de mayo y, además, muy sustancioso.
Contenedores
La persona encargada de constatar este hecho ha sido la joven Amaia Jainaga Etxaburu, que ha sido la que mejor y con más acierto ha hecho uso del servicio de contenedores para la recogida de pequeños envases, depositando un total de 438 en el contenedor amarillo. Gracias a su buen hacer ha obtenido un sabroso lote de productos elaborados en Mutriku que incluye dulces, pimiento y pescado embotado, queso y otras delicias que recibió hace unos días de manos de la alcaldesa en funciones de la localidad, Ainhitze Azpiazu.
Mayo ha marcado el inicio de esta campaña que aúna reciclaje y premios en la que participan el Ayuntamiento de Mutriku y la Mancomunidad de Debabarrena. La iniciativa tiene como eje un dispositivo inteligente que identifica al usuario y puntúa positiva o negativamente cada uso que se hace del contenedor amarillo dependiendo de si el envase que deposita es apto para ese tipo de contenedor o no.
Participación
En este primer mes han tomado parte 103 mutrikuarras, cifra que se prevé que irá en aumento en los próximos meses en la medida que la iniciativa se vaya conociendo. El análisis de los primeros datos da como resultado un total de 6.696 envases depositados en los contenedores amarillos, lo que traducido a términos relativos supone un promedio de 65 envases por persona. “Esos envases suman 162 kilogramos de basura. La posibilidad de ser tratados y reciclados de manera correcta va a suponer, a su vez, un ahorro de emisiones equiparable a 279 kg de dióxido de carbono (CO2), una cantidad equivalente al CO2 que absorben trece árboles, así como el de 930 litros de agua”, indicaron desde el Ayuntamiento de Mutriku.
Rango de puntos
cambios en el concurso Tras este primer mes de andadura, los promotores de la iniciativa han llevado a cabo una valoración que les ha hecho modificar las pautas que regularán la entrega del premio a partir de ahora. El nuevo modelo adoptará la forma de un sorteo en el que entrarán en liza los participantes en la campaña que alcancen un determinado rango de puntos, en concreto, 30.
Tal y como indican desde el Ayuntamiento de Mutriku, se trata de un proyecto innovador y la idea es ir incorporándole mejoras en la medida que avanza. En este caso, los cambios vienen de la apuesta por una filosofía basada en la reducción de los residuos como fórmula para impulsar las políticas de sostenibilidad que no se contemplaba de manera estricta en el formato anterior. ”La fórmula de puntuación que se ha utilizado en el mes de mayo prima al participante que deposita más envases. Se trata de un planteamiento que, en principio, va vinculado a un mayor consumo, un concepto que no se corresponde con la finalidad del proyecto, que aboga por un consumo sostenible y la minoración de la generación de residuos”.
Otro de los cambios está relacionado con el premio en sí mismo. En lugar de una cesta con productos de Mutriku se van a sortear cinco bonos de compra por valor de 20 euros que los agraciados podrán gastar en los diferentes comercios del grupo de comerciantes de Mutriku Bertan. El nombre de los premiados se dará a conocer la primera semana de julio y los agraciados tendrán hasta final de mes para hacer efectivos los bonos.
Recysmart
Para participar en esta iniciativa será necesario abrirse una cuenta en la aplicación Recysmart para identificarse ante el dispositivos inteligente del contenedor amarillo, aunque también podrá realizarse esa misma operación con la tarjeta de la Mancomunidad que se utiliza para obtener bolsas de orgánico. Aquellos que no dispongan de esta tarjeta la podrán obtener en el departamento de Energía del Ayuntamiento de Mutriku. Una vez identificados, los envases ligeros se depositarán de uno en uno a través del agujero del que está dotado el dispositivo inteligente. Un sensor identificará el tipo de residuo y, si está correctamente clasificado, puntuará positivamente al ciudadano, otorgándole un punto. Si la operación es incorrecta, el punto positivo se convertirá en negativo por depositar el residuo en un contenedor que no le corresponde.