El frontón de Antoña de Arrasate se ha hecho mayor. Los achaques propios de la edad afloran en la estructura, la fachada, el suelo y la cubierta de la cancha, que en las últimas semanas está siendo objeto de una serie de obras de urgencia para garantizar, por un lado, la seguridad en el uso de la instalación, y por otro, reparar los desperfectos que presenta el veterano equipamiento ubicado dentro del complejo deportivo de Musakola.

El diagnóstico realizado por el personal técnico del departamento de Urbanismo del Ayuntamiento arrasatearra concluye que los daños asociados a la caída de material están extendidos en la pared izquierda del frontón, “abarcando toda su longitud, y desde el suelo hasta una altura de unos siete metros”. El informe precisa, además, que debido a los desprendimientos en el hormigón, con pintura incluida, “en varios puntos han quedado a la vista las armaduras interiores que están oxidadas y su recubrimiento es demasiado pequeño”. El frontis y el techo, sin embargo, no registran este tipo de problemas.

El diagnóstico emplaza a priorizar la seguridad y, en consecuencia, en los últimos días se ha procedido a retirar los tramos de pared que están en riesgo de caerse. Mientras se acomete esta intervención no se puede jugar a pelota, frontenis o pala en la instalación, pero sí está abierta al uso de otras modalidades deportivas. Superada esta primera actuación urgente, se definirán los trabajos que habrá que llevar a cabo para restaurar las imperfecciones de la pared izquierda de la cancha; unas obras que se contratarán “en los próximos meses”.

La reforma integral, con el nuevo polideportivo

Los responsables municipales informan de que se trata de arreglos “provisionales” y que la reforma integral del frontón de Antoña llegará con el nuevo polideportivo de Musakola (la redacción del proyecto se licitará en 2026 según el cronograma del plan de Gobierno). De momento se harán reparaciones en las infraestructuras deportivas.