La preocupación medioambiental es una realidad que cada vez tiene mayor presencia en el sistema educativo. Uno de sus ejemplos más significativos es la Agenda Escolar 2030-Eskola Agenda 2030 (EA2030), un proyecto que echó a andar hace 21 años y en el que los alumnos de los centros docentes de Azpeitia y Azkoitia han sido parte activa de esta iniciativa sustentada en la sostenibilidad que tiene como metas detectar ámbitos de mejora en el apartado medioambiental de su entorno más próximo y aportar soluciones que den respuesta a esos problemas, a lo largo de todo este tiempo.

El curso 2023-24 será testigo de una edición de la EA2030 que supondrá un cambio sustancial en relación a las ediciones anteriores. Hasta el curso 2021-2022, la Agenda Escolar 2030 se llevaba a cabo coincidiendo con el año lectivo. Los alumnos que participaban en el programa afrontaban un campo de estudio cada nuevo curso y elevaban una serie de propuestas a los ayuntamiento de sus respectivas localidades para tratar de resolver los problemas que habían detectado en el ámbito que habían estado analizado. El curso pasado, sin embargo, el programa paso a tener carácter bianual. “En el nuevo formato, el primer año se dedica a hacer un diagnóstico y a diseñar un plan de participación para tratar de dar respuesta al problema, mientras que el segundo tendrá como objeto la materialización del plan de actuación que se ha diseñado”, indicaron los promotores del proyecto.

En el caso concreto de Azkoitia, los alumnos que participan en el programa completaron el año pasado la primera parte del plan y, dentro de las propuestas que se plantearon, optaron por vincular su trabajo al tema Energía disponible y no contaminante. Además de realizar el diagnóstico de los centros escolares y del municipio, el alumnado eligió varias acciones prioritarias vinculadas al estudio del alumbrado navideño y a la difusión de información sobre las energías renovables entre la ciudadanía como parte de su plan de acción. Una vez establecidas tocaba dejar atrás la teoría y dar forma práctica a las ideas que habían ido surgiendo. En el caso concreto de los alumnos de Educación Primaria su meta será buscar la forma de incorporar conceptos e iniciativas vinculadas a la sostenibilidad en la iluminación navideña. La fórmula que han elegido pasa por realizar encuestas tanto a la ciudadanía como a los comerciantes y presentar sus conclusiones en el Ayuntamiento una vez completado el estudio. El alumnado de secundaria, por su parte, tiene como eje de actuación la difusión de información sobre las energías sostenibles entre la ciudadanía. Tienen previsto reunirse el próximo 18 de enero para unificar acciones y, al igual que sus compañero de primaria, establecer las pautas a seguir.