A Josu Maroto le gustaba mucho dibujar y decidió estudiar una carrera en la que pudiese hacerlo. Eligió Arquitectura y en la actualidad trabaja en el área de Arquitectura del Departamento de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa. Ha dirigido la rehabilitación del puente de Deba, que en 2018 estuvo a punto de caer. Ese trabajo ha ganado uno de los Premios Europeos Patrimonio/Premios Europa Nostra 2023 que se entregarán en septiembre en Venecia.

El puente de Deba. | FOTO: N.G.

Maroto llegó a la arquitectura por la vía del dibujo. “De niño no sabía lo que era un arquitecto. Me gustaba dibujar. Quería estudiar algo relacionado con el dibujo y tenía muy buenas notas. Mi padre me dijo que estudiara algo de provecho y decidí estudiar Arquitectura. Creía que tendría oportunidad de dibujar y de desarrollar mi creatividad, pero no es para tanto. De todos modos, estoy a gusto. Es mi oficio y mi lado artístico lo desarrollo de otra manera. Pero no sé si hoy en día estudiaría Arquitectura, pues hay más opciones para un joven al que le gusta dibujar. Por ejemplo, en el mundo de los videojuegos”.

Su afición al dibujo le viene de padre. “Mi padre también dibuja. Es una manera de desarrollar mi mundo, crear y expresarme. He ido a muchos cursillos, pero he sido bastante autodidacta. No he tenido un profesor fijo. He ido a las clases de Eli Mendia, Begoña Idiakez, Koldo Cadierno, Manu Muniategiandikoetxea... A veces, era el único niño. Nunca he dejado de dibujar. En mi trabajo no dibujo tanto como esperaba, pero es una herramienta indispensable para pensar, desarrollar proyectos...”.

Comenzó a trabajar en cuanto acabó la carrera, en un estudio de Donostia. Después trabajó para los ayuntamientos de Zumarraga y Urretxu. El escenario Erreka, situado sobre el río que separa ambas localidades, es de aquella época. En la actualidad, trabaja en el área de Arquitectura del servicio de Patrimonio Histórico-Artístico de la Diputación. “El Gobierno Vasco concreta qué edificios deben ser protegidos y nosotros nos encargamos de su protección. Para intervenir en esos edificios, hace falta el permiso de la Diputación”, explica.

13

La reconstrucción del puente de Deba, en fotos Jabi Leon

Considera que nuestro patrimonio no está lo suficientemente bien protegido. “A todos nos gustan mucho las casas de Iparralde, pero no las queremos aquí. La normativa exige aislamientos y similares y a un edificio antiguo no podemos pedirle algo así. En nombre del medio ambiente, preferimos echar los edificios antiguos y construir nuevos. En mi opinión, eso no es sostenible. Es más sostenible utilizar los que ya están construidos. Quizá piden encender un poco más la calefacción, ¿pero qué pasa con todos los recursos que se tienen que utilizar para tirar un edificio antiguo y construir uno nuevo? Los nuevos son más cómodos, pero los antiguos les aportan personalidad a los pueblos. Además, no sé cuántos de los edificios que se están construyendo hoy en día podrán considerarse patrimonio en el futuro. Nos parece que crear es construir edificios nuevos y grandes, pero el trabajo necesario para conservar el patrimonio también es creativo. Hay que hacer todo lo necesario y lo menos posible”.

La obra de Deba

Entre las construcciones que se conservan, está el puente de Deba. “El 5 de julio de 2018, nos llamaron para decirnos que uno de los pilares había cedido y la plataforma se había deformado. No sabíamos si aguantaría. Ese puente tiene el grado máximo de protección del Gobierno Vasco. La Diputación tenía que actuar, pues los ayuntamientos de Deba y Mutriku no tenían recursos para afrontar una obra de semejante envergadura. Ha sido un trabajo de cuatro años. No ha sido nada fácil: sobre el río, si caían las bóvedas la rehabilitación sería muy complicada... Hemos trabajado con dos empresas de ingeniería y hemos visitado la obra todas las semanas. En el siglo XXI, no es nada habitual construir un puente de piedra: retirar 1.400 piedras, numerarlas y volver a colocarlas. Además, tuvimos que instalar una gran estructura para que las dos bóvedas no se cayesen y los vecinos pudiesen pasar de un lado al otro. El momento en el que quitamos la estructura fue mágico”.