- En la confluencia del paseo San Francisco-Pedro Tolosa se ha apostado por una solución similar a la de Larramendi, teniendo en cuenta los itinerarios peatonales, los carriles bici y las calzadas para la circulación de vehículos. Las obras para crear una rotonda ya han finalizado y ahora los peatones tiene prioridad.

El Ayuntamiento sigue apostando por modelos de movilidad más sostenibles. Antes de las obras, los coches tenían protagonismo absoluto en esta zona, el bidegorri invadía la acera y algunas resultaban un tanto estrechas para el paso de peatones.

En una primera fase se ha renovado la red de saneamiento, separando las aguas pluviales de las fecales. Las obras de saneamiento han permitido dividir las redes para canalizar las aguas pluviales directamente al río y las aguas fecales a la depuradora. Para poder ejecutar las obras de saneamiento, ha sido necesario hacer un agujero de más de tres metros de profundidad y se han tenido que cruzar varias redes, por ejemplo, las de telecomunicaciones, saneamiento, electricidad, suministro de agua y alumbrado público.

Se ha conseguido un espacio más amable, seguro y accesible. Se han ensanchado las aceras y el bidegorri se ha acondicionado quitando espacio a la carretera, sin que ello entorpezca el tráfico. Además, tras las obras, las/los ciclistas y peatones, pueden circular en diferentes direcciones con la posibilidad de ir en dirección contraria a los coches y cruzar la carretera en más puntos que antes, algo que es novedoso.

En cuanto a los flujos de tráfico, la nueva rotonda permitirá agilizar los desplazamientos de los coches, como ha ocurrido en Larramendi. Así, se han retirado los semáforos.?Los trabajos realizados han permitido mejorar considerablemente la seguridad vial y la accesibilidad en el lugar.