El polideportivo municipal de Hernani acogerá mañana a las 19.30 horas la final de la Euskal Kopa entre el Irudek Bidasoa Irun y el Amenabar Zarautz, una cita ya tradicional en el calendario del balonmano vasco que enfrentará a dos equipos en momentos diferentes, pero con un mismo objetivo. Levantar el trofeo autonómico, que desde 2016 lo ha conquistado el conjunto bidasotarra.
El Bidasoa, gran dominador histórico del torneo, buscará conquistar su décimo título consecutivo y reafirmar su hegemonía en la competición. El conjunto dirigido por Álex Mozas afronta la final con ilusión y con el deseo de seguir sumando éxitos, aunque lo hará con varias ausencias significativas. No estarán disponibles sus jugadores internacionales, Esteban Salinas, Marko Jevtic, Jakub Skrzyniarz, Piotr Mielczarski, Dariel García, Mario Nevado y Unai Barreto, convocados por sus respectivas selecciones. Rodrigo Salinas, por su parte, no viajará con la selección de Chile y tampoco jugará la final por lesión. Estas bajas obligarán al técnico bidasotarra a recurrir a jóvenes valores de la cantera y a rotaciones que permitan mantener el nivel competitivo que le ha hecho cosechar buenos resultados este comienzo de campaña.
El gran favorito de la cita tendrá enfrente a un Amenabar Zarautz que llega a la final con la moral por las nubes. El conjunto zarauztarra ha firmado un inicio impecable en la competición liguera, con pleno de victorias en el grupo C de Primera Nacional, y afronta esta cita como una oportunidad ideal para medir su crecimiento ante un rival de categoría superior. Los de Zarautz han mostrado un juego sólido y valiente durante sus primeros partidos, basado en la intensidad defensiva. Pese a ello, el contraataque es una de las facetas que ha consolidado al equipo de Mikel Agirrezabalaga como uno de los más competitivos de la categoría, que ha marcado 30 o más goles en cada uno de los partidos.
La final se presenta, por tanto, como un duelo atractivo entre el poderío de un equipo de Liga Asobal y la ambición de un conjunto que atraviesa un excelente momento en Primera Nacional. El Bidasoa tratará de imponer su ritmo, su experiencia y su calidad colectiva, mientras que Zarautz buscará incomodar al favorito con energía e intensidad. La ausencia de varios internacionales en las filas irundarras puede equilibrar en parte el encuentro y ofrecer una final más abierta de lo habitual. No obstante, la segunda línea de la plantilla bidasotarra acostumbra a rendir a gran nivel cuando las circunstancias no son las idóneas.
Hernani, por tanto, será el escenario de una nueva fiesta del balonmano vasco, en la que el Irudek Bidasoa Irun intentará levantar su décima Euskal Kopa consecutiva, y el Amenabar Zarautz buscará dar la sorpresa e intentar alargar su racha de victorias en este inicio de campaña.