Un 23% de los comercios de Donostia temen tener que cerrar a medio plazo a causa de la pandemia, según un estudio realizado en los últimos meses dentro del Plan Especial de Revitalización Comercial (Perco) de la capital guipuzcoana, que combina datos estadísticos de años anteriores con encuestas a profesionales del sector y clientes desde el pasado mes de julio hasta ahora.

El trabajo destaca que el temor a tener que bajar la persiana de modo definitivo es especialmente acusado en la Parte Vieja, donde un 38% contempla la clausura en un horizonte no muy lejano. El índice baja a 35% en El Antiguo y a 30% en Gros. “Se constata cierto pesimismo”, señaló este miércoles la concejala de Impulso Económico, Marisol Garmendia, que destacó entre las debilidades del sector comercial de Donostia que el 30% de los empresarios del sector son mayores de 55 años, con una edad media de 51 años y perfil mayoritariamente femenino, y no han planificado su sucesión. Además, dos de cada tres comercios son independiente de grandes cadenas o franquicias.

En este contexto, la corporativa señaló que una de las necesidades de las tiendas donostiarras para seguir con fuerza hacia adelante es mejorar su venta online, una oportunidad que, en la actualidad solo aprovecha el 37% de los comercios. Para invertir esta tendencia, Fomento de San Sebastián está impulsando una plataforma que sirva a las tiendas locales, que tiene también reflejo en el Mercado de Navidad abierto estos días.

Por otra parte, según datos de este 2020, la mayor parte de los comercios (66%) está instalado en un local alquilado, frente, a un 29% que funciona en espacios de sus propietarios. En el caso de los bares, los propietarios suben hasta el 36,4% mientras que el resto está arrendado.

El estudio del Perco, que sustituye al elaborado en 2007, destaca también datos positivos en el sector comercial donostiarra como, por ejemplo, que el 75% del gasto de los vecinos de la ciudad se lleva a cabo en los barrios y en el Centro. En concreto, el comercio minorista de barrio supone el 37% del gasto mientras que el que tiene lugar en el Centro urbano es del 35,6%. Asimismo, en Garbera se contabiliza el 11,2% del desembolso económico de las familias; en el mercado de San Martin y sus tiendas, el 5,8%; en La Bretxa, el 5,4%; y en Arcco Amara, el 2,5%.

El trabajo añade que el 96% de la población donostiarra hace la compra más de una vez a la semana y el 68% lo hace a pie. En el Centro, la Parte Vieja, Amara, Gros y Egia, este índice se eleva al 80%. Un 13% del gasto total se lleva a cabo fuera de la ciudad, tanto en establecimientos de otras localidades como al otro lado de la muga.

Además, la facturación del comercio donostiarra se reparte entre el propio cliente local, responsable el 52% de las compras, seguido del procedente de distintas localidades de Donostialdea, con un 25,7%. El 22,3 % de los ingresos restantes llega de la mano de visitantes y turistas, según los datos anteriores a la pandemia.

Asimismo, Garmendia aseguró que, a pesar de que en los últimos 10 años la pérdida de comercios ha sido el 23% en Donostia -a finales de 2019 había 2.622- y que la desaparición de establecimientos comerciales ha alcanzado a todos los barrios de la ciudad y todas las ramas del comercio, Donostia se sigue manteniendo como la capital de la CAV con mayor densidad comercial y un total de 8.870 empleos.

Asimismo, el estudio indica que en el Centro y la Parte Vieja se registraban el pasado año las mayores densidades comerciales con entre 46 y 50 tiendas por cada mil habitantes. Le seguían Gros, con 21; Amara y El Antiguo, con 11; e Intxaurrondo y Egia, con de 5 a 7. Las zonas con menos proporción de tiendas son Loiola, Martutene y Zubieta, con 5,4 por cada mil habitantes y Aiete y Miramon, con 2,3.