- El Kursaal asumirá la gestión del palacio Miramar antes de que finalice el año. El objetivo es aprovechar mejor las oportunidades de uso del palacio, según explicó ayer el alcalde, Eneko Goia, desde la vertiente cultural y la de congresos o encuentros empresariales, de la mano del equipo que dirige el Kursaal: tiene amplia experiencia en ambas áreas y podrá darle “mayor uso y valor añadido”, según afirmó el alcalde.

Goia recordó que Miramar es de propiedad municipal, pero ayer mismo la Junta de Gobierno renovó por 20 años más su cesión al consorcio formado por el Ayuntamiento, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco, que es quien dirige el palacio desde hace ya alrededor de 30 años. Así, será ese consorcio formado por las tres instituciones el que, a su vez, encargará la gestión de las instalaciones al Kursaal, una sociedad pública formada por el Ayuntamiento y la Diputación. De este modo, el Gobierno Vasco sigue presente en Miramar (su permanencia en el consorcio también se llegó a cuestionar hace varios años).

El futuro del palacio ha estado sobre la mesa en los últimos años y se encargaron algunos estudios sobre sus posibles usos, con intención de potenciarlo. Se planteó, entre ellos, la posibilidad de crear un hotel en parte de las instalaciones, lo que despertó polémica entre distintos grupos políticos. “Esa opción no siguió adelante”, explicó ayer Goia. También descartó la opción de convertirlo en museo. “Sí se quiere trabajar en la visitabilidad del palacio y podrá acoger puntualmente exposiciones, como ha hecho hasta ahora, pero no será un museo, es mejor plantear opciones más abiertas para aprovechar sus oportunidades de uso”, afirmó el alcalde.

Esos estudios indicaban que, precisamente, el palacio era apropiado para usos culturales y también para encuentros empresariales, pequeños o medianos, y será ese el camino que se tomará, de la mano del Kursaal. En ese sentido, afirmó que, en principio, todas las instituciones implicadas ven con buenos ojos encomendar la gestión de Miramar al palacio de congresos.

Aunque la intención era que el encargo se hiciera antes (al final del verano), con motivo de la pandemia, los cursos de verano prolongarán este año su estancia en Miramar hasta más avanzado el otoño y, por lo tanto, se retrasará también unos meses el encargo al Kursaal. “No tiene sentido ofrecerle el palacio cuando está totalmente ocupado y en uso”, declaró el alcalde, que confió en poder cerrar la encomienda antes de que se complete el año.

Donostia cede por 20 años más el palacio al consorcio formado por el Ayuntamiento, la Diputación y el Gobierno Vasco