Ana y Tati llevan 23 años al frente de la escuela o academia de baile Tatiana de Irun (calle Estación). Empezaron con la danza clásica y el jazz, que es la base de todo, pero como van surgiendo nuevos gustos, "hay que subirse al carro", como dice Ana, y así fueron surgiendo las sevillanas y poco después el flamenco. "Ahora casi nadie los solicita, en estos momentos estamos con el boom de los bailes de salón en pareja y también con los bailes latinos". Lo último, desde hace unos cuatro años, es la danza del vientre así como el funky, el hip hop?. y demás variantes que provienen del jazz y de la danza moderna.

Además de la danza, su fuerte ha sido la gimnasia. Y las niñas que empiezan con la danza clásica y el jazz. Para no perder comba e ir adaptándose, Ana y Tati hacen cursos de reciclaje tanto en el área de fitness como en lo o que se refiere al baile, ámbito en el que han ido captando al profesorado que más les gusta.

"Por ejemplo, para sacarme el título para impartir pilates tuve que prepararme durante un año en Madrid. Es un trabajo para rehabilitar por lo que, aunque tengas otros conocimientos, tienes que saber mucho de anatomía y de algunas patologías. Por eso hemos hecho cursos especiales de espalda y de escoliosis, por ejemplo".

También estos conocimientos son necesarios a la hora de impartir gimnasia. Una buena posición postural es imprescindible para evitar posibles lesiones y conseguir unos resultados. "Las posturas están muy inculcadas en la danza pero las correcciones posturales son muy importantes en la gimnasia. Es muy necesario que la gente tenga una buena higiene postural y, al final, se dan cuenta de que es salud. Lo ideal para mantenerse bien son tres horas a la semana de las que dos dedicamos a la gimnasia en sí y una hora a los estiramientos". Tras unas breves vacaciones, Tatiana abre sus puertas el próximo lunes.