La Mancomunidad de Tolosa ha iniciado el proceso de secuestro del servicio del matadero de Tolosa para garantizar que siga funcionando de forma regular, por lo que la entidad se hará cargo también de "los salarios" de los trabajadores, que están en huelga desde el lunes tras llevar más de dos meses sin cobrar su sueldo (se les adeuda las nóminas de diciembre y enero).

Fuentes de la Mancomunidad, que integra a 46 municipios de Tolosaldea y Goierri para la gestión del matadero, ya adelantaron a este periódico la intención de realizar una "intervención rápida" para "desbloquear" esta situación, para lo que se habían encargado sendos informes económico y jurídico de manera que analizara el poder hacerse cargo de los salarios de los trabajadores.

Así, este martes se celebró una asamblea extraordinaria en la que se adoptó por unanimidad "iniciar el proceso de secuestro del servicio de matadero", por el que la entidad mancomunada designará a un interventor para que lleve a cabo la gestión. Según explican, "todos los recursos (materiales, económicos y de personal) de la empresa gestora serán directamente intervenidos para la prestación del servicio".

Un conflicto que viene de lejos

Aunque la situación ha saltado a los medios a raíz de la huelga indefinida que los empleados del matadero mantienen desde este lunes, el conflicto con la empresa adjudicataria del servicio, Incarosa SL, viene de lejos. "Hemos pasado unas navidades muy chungas, con muchísimo trabajo y sin cobrar", confesaba a este periódico uno de los once trabajadores del matadero, que da servicio a unos 100.000 habitantes.

Ya en 2012 la empresa empezó a mostrar dificultades para abonar sus compromisos como el canon anual fijado en el pliego de condiciones del contrato. Desde entonces se han producido negociaciones entre la adjudicataria y la mancomunidad para sacar adelante la concesión, pero hace un año se produjo un punto de inflexión tras la muerte del responsable del matadero.

Recortes

Los dos socios que quedaban nombraron un administrador externo que puso distancia con la mancomunidad y procedió a realizar diferentes ajustes, como reducir la plantilla de 14 a 11 trabajadores y pasar de los camiones propios a una furgoneta de alquiler. Sin embargo, dicho administrador renunció en diciembre y, desde entonces, la empresa ha quedado sin rumbo, lo que se ha traducido en el impago de las nóminas de los trabajadores, lo que a su vez precipitó la decisión de la huelga indefinida.

Todo esto ha llevado a la mancomunidad a actuar. Según señalan, el pasado 31 de enero se requirió a la empresa que cumpliera con sus obligaciones contractuales y laborales, pero esta no ha dado respuesta.

Esta situación, además, generó una gran inquietud entre baserritarras y carniceros de la zona, ya que al no ofrecerse este servicio la alternativa era acudir a alguno de los otros centros autorizados para el sacrificio de ganado en Gipuzkoa: Donostia, Zestoa o Oñati, lo que supone, en la práctica, un aumento de los costes.

Finalmente, con este paso por parte de la entidad supramunicipal se garantizará "este servicio público" a los usuarios.