La construcción de un nuevo ambulatorio de Irun ha acaparado en los últimos meses el debate político y social en la ciudad, ante la defensa de distintas opciones tanto por parte de los grupos políticos municipales como del Departamento de Salud del Gobierno Vasco. A lo largo de las últimas semanas la situación no ha variado y las posturas se mantienen firmes. Por un lado, los grupos municipales del PSE, Elkarrekin Podemos-IU, EH Bildu y PP solicitan la construcción de un tercer centro de salud en una parcela ubicada en Oñaurre, junto al barrio de Ventas. Según han explicado en diversas ocasiones desde el Ayuntamiento, este terreno se encuentra a disposición de Osakidetza desde 2015. En el mismo podría levantarse un edificio de hasta 10.000 metros cuadrados, que se sumaría al servicio que actualmente se ofrece en los ambulatorios de Dunboa e Irun Centro. Este plan contempla asimismo la ampliación de este último, ubicado en la Avenida de Gipuzkoa, que podría pasar, según un informe técnico elaborado por el área de Urbanismo del Consistorio, de 2.089 a 3.649 metros cuadrados.

Sin embargo, esta no es la idea que Osakidetza recoge en el Plan Director para la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Bidasoa, elaborado y presentado recientemente. En el mismo se apuesta por construir un nuevo ambulatorio en el centro de la ciudad, que sustituya al existente y que alcance los 10.000 metros cuadrados. No hay que olvidar en este punto que el de Irun Centro es el que atiende a más usuarios en todo Euskadi (un total de 38.000 personas), por lo que Osakidetza ve necesario un nuevo espacio amplio en el centro, que pueda dar respuesta a la demanda asistencial sin necesidad de construir un tercero en Oñaurre.

Este nuevo ambulatorio liberaría asimismo espacios en el hospital del Bidasoa, puesto que en él se realizarían pruebas diagnósticas que actualmente solo se llevan a cabo en el Comarcal.

No obstante, si el desarrollo de este proyecto no fuera posible por no existir una parcela de tales dimensiones en esta zona de la ciudad, Osakidetza plantea una segunda propuesta: construir un nuevo edificio de menor tamaño en el centro y otro más en la zona de Oñaurre. Es esta misma la opción que defiende el grupo municipal de EAJ-PNV, que ha anunciado además su intención de presentar en el Pleno del próximo viernes una moción para solicitar un convenio entre Osakidetza y el Ayuntamiento.

Esta situación de discrepancia política se refleja igualmente en la ciudadanía que, como es lógico, se divide entre diversas opciones. Un hecho que queda en evidencia ante la respuesta de distintos usuarios del ambulatorio de Irun Centro consultados por este periódico el pasado jueves.

Algunos de ellos se muestran favorables a la postura de Osakidetza, como Justa Alarcón y Eduardo Díez, que alegan que un centro de salud en Oñaurre constituiría para ellos un problema. “Si viviendo al lado de este ya nos tenemos que parar varias veces en el camino, imagínate si tuviéramos que ir a Oñaurre”. No obstante, también aseguran que “nosotros sí estamos de acuerdo en que hagan las cosas como mejor puedan pero, si van a construir en esa zona, que vayan los jóvenes o que sea para la gente que vive en esos barrios”.

En la misma línea argumenta su respuesta Pilar del Campo, de 50 años: “No me parecería mal que hicieran un ambulatorio en Oñaurre para la gente de esa zona, no para los del Centro, sino como una opción para desatascar el del centro y el de Dunboa”. Además, respecto a Irun Centro asegura que “está viejito y vacío”.

La misma sensación tiene, tras su paso por este centro de salud, Ana, de 45 años, que prefiere no dar su apellido: “El problema no es que hagan un ambulatorio nuevo o no sino que pongan medios, porque este mismo está desangelado. No hay personal y está todo abandonado”. Para reforzar su idea reconoce que le parecería “bien” que se construyera un nuevo centro en Oñaurre, pero que “de nada sirve” que lo hagan “si después no hay personal”.

Ana es en realidad usuaria de Dunboa, donde, según su opinión, “hay el triple de movimiento que en el del Centro”. El jueves se encontraba en este ambulatorio acompañando a Francisco, un familiar de 75 años, quien, en relación a la polémica, explica también que no se trata de un problema de infraestructura sino de atención. “Llamas por un catarro y te dan cita en quince días. Lo que no puede ser es que hagan un edificio muy moderno y muy bonito para que luego esté sin personal”. Además, ambos resaltan que “Oñaurre estaría bien para toda aquella barriada, pero si quieren que vayamos desde el centro, tendrán que poner medios”.

Por su parte, Fernando Larruquert se muestra tajante: “No es lógico hacer un ambulatorio tan grande en el extrarradio. Allí podrían hacer uno como el de Dunboa, para la población que hay en Ventas y en Oñaurre. Pero uno grande para tanta gente debería estar en el centro”.

También Alberto Alonso Acosta, de 89 años, señala que a la población de mayor edad “lógicamente” le beneficia más un ambulatorio en el centro que no les obligue a desplazarse. “Este está muy bien porque está en el centro, así que lo mejor sería ampliarlo todo lo que se puede y dejarse de Oñaurre. Eso sería lo más práctico, porque el paciente lo que necesita es moverse lo menos posible. Hablo por mí, pero creo que es un sentir general”.

A pesar de contar con 30 años, Unai Andueza también hace alusión a la población de edad avanzada, argumentando que “Oñaurre para nosotros puede estar bien porque aparcar es más fácil, pero creo que el del Centro debería mantenerse y como mucho construir uno en Oñaurre para toda la población de esa zona, que ha crecido mucho. Eso estaría bien, pero para distribuir a los usuarios”.

Que el ambulatorio principal debería situarse en el centro es una postura defendida igualmente por Manuel M. A su juicio, uno en Oñaurre supondría “tener que desplazarse más”. No obstante, este irundarra de 70 años cree que un centro de salud en esa zona sería “una buena solución” para dar respuesta a las necesidades de una población cada vez más numerosa en esta parte de la ciudad. Su mujer, Carmen, y su hija Toñi, de 47 años, apoyan su argumento, alegando que cualquier decisión que contribuya a una mejor asistencia sanitaria “está muy bien”, pero dejando claro que “no queremos que nos desplacen del centro”.

Entre las personas consultadas en Irun Centro también hay quien se posiciona a favor de la opción que defienden la mayoría de grupos políticos municipales. Por ejemplo, María Dolores Delgado apremia a las instituciones a tomar decisiones cuanto antes. “Que pongan el ambulatorio central donde quieran, pero que lo hagan ya. Lo más urgente es que los servicios dejen de estar colapsados”.

También hay posturas más neutrales, como la de la pareja formada por Deogracias Hernández y Flora Calzado, de 69 y 63 años: “Nos da igual dónde hagan el ambulatorio. A nosotros nos pillaría mejor en Oñaurre, porque vivimos en Anaka, pero con este también nos arreglamos bien. Es verdad que si lo hicieran allí los del centro tendrían que desplazarse, pero igual que lo hemos hecho nosotros todos estos años. Lo importante es que la atención sea buena y más rápida de lo que es ahora”.

Ana Mari Osa, de 77 años, afirma que “todo lo que sea en favor de la sanidad me parece estupendo. Además, este ambulatorio del centro se está quedando pequeño”. Osa reconoce asimismo que “el hecho de que el nuevo se construya en Oñaurre te fastidia un poco más, pero qué le vamos a hacer, ya pondrán autobuses. Total, para venir aquí con el coche también está fatal”.

Una concentración convocada por la plataforma Osasun Bidasoa, defensora de que se construya el ambulatorio principal en Oñaurre, que tuvo lugar el pasado jueves, reforzó la evidencia de que entre la ciudadanía también existe diversidad de opiniones en relación a la polémica. En cuanto a qué sucederá finalmente, continúa siendo una incógnita, pero lo que sí parece claro es que el asunto seguirá generando debate en Irun.