a dación de cuenta del cierre del ejercicio de 2021 fue el punto que más debate provocó en el último Pleno de Hernani. La oposición criticó la baja ejecución en inversiones, de un 20%, y los altos remanentes; una tónica que se viene repitiendo en los últimos años y que, en su opinión, es síntoma de la falta de capacidad de gestión del equipo de gobierno.

La concejala de Hacienda, Isa Sánchez, reconoció el bajo nivel de ejecución en el capítulo de inversiones, pero remarcó que en los gastos fijos se había cumplido con el 90%. Esa baja tasa de ejecución la achacó en gran parte al efecto de la pandemia que había dificultado cumplir con los objetivos.

Respecto al remanente de tesorería señaló que este también ha crecido, ya que los ingresos superaron las previsiones en un 16,5% (4,25 millones de euros). No obstante, estos ingresos han sido "puntuales y extraordinarios". Así, desde el Fondo Foral llegaron 2,3 millones de euros más, se recibieron ayudas del Gobierno Vasco y de la Diputación (759.000 euro) y, por último, la campaña de recaudación de impuestos y tasas fue mejor de lo previsto. También la separación en origen de los residuos generó unos ingresos extra al Ayuntamiento.

Por su parte, los grupos de la oposición recordaron que varias partidas habían desaparecido de los objetivos del Ayuntamiento para llevarlos a cabo.

"Hemos liquidado algunas partidas con la opción de poder incorporarlas luego", matizó Sánchez.

Por último, el alcalde, Xabier Lertxundi, adelantó que al Pleno de abril se llevará a votación la propuesta de las inversiones a ejecutar con el remanente y se permitirá a la oposición presentar sus sugerencias.

En la misma sesión se aprobó por unanimidad una moción presentada por el PSE-EE, que admitió una modificación de EH Bildu, para estudiar junto a los residentes de Osiñaga la construcción de un mejor acceso al barrio.

Asimismo, también salieron adelante las mociones sobre el Sáhara, el banco malo Sareb y el Plan contra el Fraude.