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Las residencias ya no tienen casos de covid-19 y entran en una "nueva fase"

Las diputaciones de los tres territorios y el Gobierno Vasco trabajan en un plan para "flexibilizar" las medidas en estos centros para mayores

Las residencias ya no tienen casos de covid-19 y entran en una "nueva fase"

- Más de once meses después del inicio de la pandemia y dos meses después del comienzo del proceso de vacunación, las residencias de personas mayores de Gipuzkoa están libres de covid-19, según informó la Diputación de Gipuzkoa, después de que este viernes recibieran el alta los dos únicos contagiados, uno de la residencia Bermingham de Donostia y otro de San Juan de Dios de Arrasate.

Fue el 27 de diciembre cuando comenzaron a inocularse las primeras dosis de la vacuna de Pfizer en la residencia Betharram de Hondarribia, y tres días después ya empezó la vacunación masiva en los 65 centros de mayores que forman la red foral, donde hay más de 5.000 personas usuarias.

Cuando se abrió este proceso de vacunación, había 147 casos activos de covid en las residencias Gipuzkoa, cifra que ha ido paulatinamente descendiendo hasta quedarse a cero. Una situación, por cierto, que también han alcanzado las residencias de Bizkaia, mientras que en las de Araba quedan nueve casos activos. El pasado verano, durante algo más de un mes, concretamente entre el 3 de julio y el 10 de agosto, las residencias de Gipuzkoa también estuvieron libres de covid, aunque el 11 de agosto se detectó un caso en el centro Hermano Garate de Donostia y comenzó la segunda ola en los centros de mayores. Ahora, con todos los internos vacunados, la situación es a priori mucho más favorable y no se teme una nueva ola de contagios.

De hecho, el diputado general, Markel Olano, habló este viernes de “nueva fase” en el día a día de las residencias. La mayor factura del covid ha sido el del número de fallecidos en estos centros de mayores, un total de 322 desde el inicio de la pandemia, 168 en la primera ola y 154 en la segunda, dentro de un colectivo, el de las personas mayores, al que el virus ha atacado con mayor virulencia.

Este viernes la Diputación de Gipuzkoa llevó a cabo un sencillo acto en Zarautz de “duelo, cercanía y cariño” hacia esos 322 mayores fallecidos en residencias debido al covid, en una jornada calificada de “momento histórico” por la ausencia de casos activos y justo un año después de registrarse un fallecimiento por coronavirus en la red residencial del territorio. El diputado general, Markel Olano, acompañado de la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña y el alcalde de Zarautz, Xabier Txurruka, realizaron una ofrenda floral junto a la placa que se colocó en el Parque de la Rosaleda en la localidad costera en memoria a los ancianos fallecidos en Gipuzkoa. La elección de Zarautz como escenario del homenaje se debe a que fue en el centro Santa Ana donde se registró la primera muerte de un residente por coronavirus en Gipuzkoa. La directora de la residencia Santa Ana, Garbiñe Amotxategi, también estuvo presente en el acto.

“Sentimos muy dentro el dolor por cada fallecido y por sus familias”, indicó Olano, que remarcó que este recuerdo debe llevar a “tener una visión solidaria y un compromiso con los más vulnerables”.

El diputado general señaló que es un momento para la “esperanza” y que se ha entrado en una “nueva fase” con la inoculación de las vacunas al colectivo de residentes, lo que ha conseguido que “trabajadores y usuarios” estén protegidos de la enfermedad. “Es un día histórico porque no hay positivos”, insistió. Olano trasladó además un mensaje de “reconocimiento” al personal de las residencias que “lo ha dado todo” en su lucha contra el virus, así como al conjunto de los servicios sociales del territorio “que es una comunidad” y “ha trabajado como tal dando lo mejor de sí”. “Ha sido un año durísimo”, reconoció.

Las medidas para contener la expansión del coronavirus han sido, durante el último año, especialmente severas en las residencias, convertidas prácticamente en búnkeres para proteger la salud de los mayores, un colectivo de gran riesgo durante la pandemia. Las salidas al exterior de las personas usuarias prácticamente no han existido, mientras que el contacto con las familias ha sido muy limitado -una visita a la semana ha sido lo habitual-, con épocas en las que las visitas se cancelaban si había varios casos en el centro.

Ahora se confía en que esta situación pueda cambiar gracias a la vacunación y a la ausencia de casos. La diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, señalaba en el acto de ayer en relación a la “desescalada” en las residencias guipuzcoanas que las tres diputaciones trabajan con el Gobierno Vasco para “flexibilizar las visitas y las salidas”, siempre “cumpliendo con las medidas de seguridad “ para “fomentar el contacto de los usuarios con sus familiares”.

“Trabajamos con el objetivo de que el LABI del próximo 5 de marzo pueda aprobar un protocolo que entre en vigor en cuanto las diputaciones lo traduzcan en orden foral”, adelantó Maite Peña, lo que significa que habrá una cierta flexibilización en las medidas para que la gente mayor ya pueda ir recuperando, al menos en parte, esa ansiada normalidad.