- ¿Cuál ha sido la incidencia del COVID-19 en cuanto al número de enfermos se refiere?

-Los datos que manejamos son los que se publican desde Sanidad cada día, y en Urnieta hay confirmados doce casos de coronavirus. Suponemos que personas infectadas habrá más, pero registradas solo doce. Muchos de ellos ya estarán curados. En nuestro caso el no tener una residencia de ancianos ni un hospital ha sido beneficioso para no contabilizar más casos.

Sin embargo, el impacto en el comercio y la economía ha sido mucho mayor.

-Aquí no hemos sido diferentes a otros municipios. Han sido muy pocos los comercios que han podido abrir estos días; tiendas de alimentación, bancos y farmacias hay pocas en Urnieta. Muchos establecimientos llevan mes y medio cerrados y cuando reabran se supone que van a tener que atender a menos personas dentro del local. También cuando pase esta crisis sanitaria veremos en qué condiciones quedan nuestras empresas. No sabemos si algunas cerrarán o reducirán las plantillas y aumentará el desempleo en el pueblo. Será algo con lo que tengamos que lidiar una vez se controle la crisis sanitaria.

¿Cuáles son las áreas que ha priorizado el Ayuntamiento?

-Los primeros días los dedicamos a reorganizar los servicios del Ayuntamiento y a paralizar las actividades socioculturales. Nos dedicamos a resolver problemas a nivel sanitario y a gestionar esa parálisis. Este Ayuntamiento sobre todo ha incidido en el cuidado de nuestros mayores, llamándoles para ver qué necesidades tenían que cubrir. De llevarles la comida y las medicinas a aquellas personas que no pueden salir de casa se encarga un grupo de voluntarios que trabaja junto a la Cruz Roja de Lasarte-Oria. Principalmente, nos hemos dedicado a responder a las necesidades de la ciudadanía urnietarra.

¿Qué es lo que toca ahora? ¿Cuál será el siguiente paso?

-Ante el nuevo escenario nos tocará repasar el presupuesto municipal que aprobamos a finales de año porque se ha quedado obsoleto. Ya no sirve. Tendremos menos ingresos de los previstos y tendremos que anular proyectos e incorporar nuevas partidas. No va a ser solo una cuestión de cambiar partidas, sino que también tendremos que modificar nuestras prioridades. Suponemos que la inversión en Servicios Sociales aumentará porque habrá más demanda de ayudas. Además, tendremos que poner en marcha un plan de reactivación económica para los comercios y las empresas de la localidad.

No obstante, obras tan importantes y estratégicas como el ascensor Eteneta-San Juan o la remodelación del polideportivo siguen adelante.

-Sí, el ascensor ya está casi terminado y la obras del polideportivo, tras el parón de diez días que tuvieron con la suspensión de las actividades no esenciales, se retomaron la semana pasada, y ya se ha procedido al desescombro y a los movimientos de tierras.

Se está hablando de que con la nueva normalidad los grupos para hacer deporte tendrán que ser más reducidos. ¿Se va a adecuar el proyecto del polideportivo?

-No. Precisamente, una de las mejoras del nuevo polideportivo es que las salas son más grandes para poder acoger a más usuarios. Va a pasar año y medio hasta que podamos abrir el polideportivo, y para entonces esperamos que ya tengamos una solución para el COVID-19, una vacuna. Gripe hay todos los años y la población de riesgo se vacuna cada año. Si tenemos que seguir conviviendo con el coronavirus, se supone que también habrá una vacuna. La diferencia de esta pandemia ha sido que era desconocida y que este año no tenemos ningún medicamento para tratarla.

¿Qué le gustaría destacar de la ciudadanía urnietarra?

-Su comportamiento y cómo están respetando las normas tras más de 45 días de confinamiento. No podemos decir que no hayamos registrado malos comportamientos, porque en este tipo de situaciones siempre hay lugar para la picaresca, pero son muy pocos. Incluso el pasado domingo, cuando se dejó salir por primera vez a los niños, la población se comportó de manera ejemplar, no hubo aglomeraciones. Somos las administraciones quienes tomamos las decisiones, pero si la población no las cumple, no sirven para nada. Solo nos queda pedirles que sigan así, ya que es una cuestión de corresponsabilidad entre las administraciones y la ciudadanía.

"No vamos a cambiar el proyecto del polideportivo para reducir las salas, cuando lo abramos esperamos que haya una vacuna”