donostia - La clásica sombrerería Leclercq, con sede en la esquina de las calles Narrika e Iñigo, ha abierto un segundo local en la calle Fermín Calbetón, en el mismo espacio que albergó la primera librería Bilintx y posteriormente, Elkar. El comercio, nacido en 1932, el único de estilo racionalista que queda en Donostia según recalca su responsable, José Mari Leclercq, veía peligrar su futuro por distintos motivos y ha optado por darle una nueva inyección con la apertura de un segundo local. Tras el fallecimiento de su madre, Dolores Sáiz Santillán, y de su hermana, Loli Leclercq Sáiz, que llevaban el antiguo comercio, José Mari optó por abandonar Valladolid, donde se casó y fundó una familia, para retornar con ella a su ciudad natal y tratar de dar un impulso al característico comercio.

“Los sombreros están ahora de moda”, reconoce el comerciante, que añade que “hoy por hoy, el 80% de la clientela son turistas”. Leclercq destaca que el viejo comercio, con sus características letras incluidas, fue obra del arquitecto Eduardo Lagarde, ejemplo del racionalismo en Donostia, además de dibujante y humorista, entre otras facetas. El establecimiento mantiene el sabor de la época tanto en su exterior como en su interior.

diseño de Lagarde En recuerdo a ese sabor especial, la nueva tienda de la calle Fermín Calbetón reproduce las letras en el cristal del escaparate y, aunque su interior no está diseñado por Lagarde, trata de rememorar el espíritu de la época con los muebles.

La tienda original fue fundada por José Mª Leclercq Sarasola, de antepasados belgas, y su mujer Victorina Carrasco Alonso, modista de niños y sombrerera. Leclercq había trabajado ayudando a su padre en la casa Ponsol de la misma calle y, con su esposa, optó por abrir un nuevo negocio. En aquella época, la pequeña Donostia contaba con una docena de sombrererías ya que la prenda formaba parte del atuendo general.

La sombrerería llegó a tener una docena de trabajadoras, especializadas en gorras, capotas infantiles y en otros tipos de sombreros, como tocados militares, boinas y gorras de la Policía Municipal. En las últimas décadas, además, ha confeccionado numerosos gorros de soldado napoleónico con destino a la Tamborrada. - C.A.