Irun - La delegada de Juventud de Irun, Mónica Martínez, explicó ayer que desde su área va a abrirse un proceso para reflexionar sobre qué nuevos usos dar al albergue juvenil ubicado en los pisos superiores del Gazteleku Martindozenea, un servicio que ha permanecido cerrado durante los últimos tres años.

Martínez narró que desde el área estaban trabajando en buscar el mejor formato posible para el albergue juvenil, habiendo realizado contactos con empresas y entidades que pudieran estar interesadas en gestionar la instalación. A la vista de los resultados, la edil destacó que el servicio tal y como está ahora configurado “puede tener un recorrido limitado”.

Desde Juventud valoran ahora otros formatos de servicio para dicho espacio, superando el modelo convencional de albergue juvenil con la intención de “buscar una vinculación más directa con la juventud local”, en palabras de la delegada.

En ese sentido, aclaraba Martínez, el área no se cierra a ninguna posibilidad. “Este valor añadido que se le podría dar a Martindozenea podría trabajarse desde ámbitos como la movilidad internacional juvenil, el sector cultural o creativo, la colaboración o la cocreación, la promoción del talento local planteando estrategias de innovación cultural y social y, por supuesto, mucho más”, aclaraba Martínez.

Según uno de los técnicos de Juventud, Jokin Vesga, el Gazteleku de Martindozenea ocupa unos 1.000 metros cuadrados del edificio, unos 360 por planta.

En vista de la cercanía del periodo electoral, la delegada admitía que todo esto tendrá que seguir abordándose en un próximo mandato, pero que lo que se puede hacer ahora es “recoger el mayor número posible de opiniones y aportaciones, empezando por los diferentes grupos políticos, a los que ya hemos trasladado esta reflexión”.

Además. todo este proceso de determinación de nuevos usos tiene la vocación de ser participativo. En ese sentido, en el proceso de participación abierto por el servicio de Juventud algunas de las cuestiones y necesidades que se plantean ahora ya están sobre la mesa, según detalló Martínez.

Finalmente, la delegada quiso recalcar que “este análisis en el que está inmerso el área es a medio-largo plazo, con lo que no influye en las actividades que a día de hoy se celebran en Martindozenea.