La falta de examinadores es un problema recurrente que las autoescuelas sufren desde hace varios años en Gipuzkoa. La presidenta de la Asociación de Autoescuelas de Gipuzkoa y dueña de la autoescuela Bidebieta, Arantxa Bravo, es consciente de que se avecina un verano “muy difícil de gestionar”.
La época estival es la que más demanda tiene por parte de alumnos que quieren obtener el carnet de conducir. A día de hoy, son más de 5.000 las personas que quieren examinarse, y el territorio tiene un hándicap importante al que debe hacer frente: “A Gipuzkoa le corresponden diez examinadores y un coordinador, y actualmente contamos con ocho”, explica Bravo.
La falta de examinadores tiene un efecto notable en el número de pruebas que se pueden realizar, y además “uno de los ocho examinadores está de baja de larga duración”. Cada uno de ellos examina a 13 alumnos al día durante el año y, en verano, a 12 porque tienen jornada reducida. Así, además de disminuir el número de exámenes que se realizan, se suman 12 o 13 que deberían corresponder al trabajador que estará de baja por un largo tiempo.
“A Gipuzkoa le corresponden diez examinadores y un coordinador, y actualmente contamos con ocho”
Otro de los escollos al que tendrán que hacer frente las autoescuelas guipuzcoanas en los próximos meses es que cinco de los examinadores que residen en Gipuzkoa a día de hoy han solicitado el traslado a otros territorios. En los cinco casos ya saben que se ha aceptado la petición de traslado, y a pesar de que “no se irán antes de verano, en septiembre podemos tener un grave problema”, asegura Bravo, quien tiene claro que “es un momento muy delicado y necesitamos una solución”.
Problema extendido
El problema no se registra solamente en Gipuzkoa, ya que “hay falta de examinadores en todas las jefaturas del Estado”, confirma Bravo, a la que no le consta que muchos guipuzcoanos estén optando por sacarse el carnet en otros territorios. Cree que el problema que afecta a Gipuzkoa es “estructural”, porque aquí “ser examinador no es atractivo”. En Cádiz, por ejemplo, ya hay una lista de espera de más 10.000 alumnos de cara a este verano. En Gipuzkoa la cifra no es tan elevada, pero solo habrá siete examinadores para atender toda la demanda hasta septiembre.
El de los examinadores es un trabajo que depende del Ministerio de Interior y, al ofrecer las mismas condiciones salariales a todos los trabajadores, la diferencia en el nivel de vida de los que residen en un territorio u otro provoca que en zonas como en Gipuzkoa se pida el traslado. Por ello, Bravo entiende perfectamente la decisión de los cinco examinadores que después de este verano dejarán Gipuzkoa tras haber pedido el traslado a otro territorio: “Con el sueldo actual, en muchas provincias tienen más poder adquisitivo que en Gipuzkoa”. “Lo que agrava el problema es que más de la mitad de la plantilla no es guipuzcoana, y no es fácil que consigan arraigarse al territorio”, añade. “La gente que viene de otras provincias lo hace temporalmente y después intentan acercarse a casa otra vez”, añade.
La solución “no es sencilla”, pero Bravo recalca que “el problema es real y debemos seguir luchando”. Asegura que “la Asociación lleva muchos años pidiendo que el Gobierno Vasco asuma la competencia, porque todo sería más fácil”. “Hay jóvenes que están tardando en tener el carnet más de un año, y no hay derecho porque este es un servicio que la administración tiene que ofrecer”, añade.
Soluciones temporales Hasta ahora las soluciones ofrecidas al territorio para atajar el grave problema “han sido temporales”, y no solucionar el problema de raíz. “Podría ser mucho más grave en el futuro. El problema de la Administración pública es que los procesos son más lentos y las soluciones son siempre a largo plazo, siempre después de pasar muchos problemas y muchas dificultades. No es una empresa privada. La empresa privada cuando tiene un problema, busca una solución y la ejecuta”, afirma Bravo.
“La Asociación lleva muchos años pidiendo que el Gobierno Vasco asuma la competencia, porque todo sería más fácil”
El año pasado, Gipuzkoa consiguió cuatro examinadores más en mayo después de transmitir quejas constantes al Gobierno central. Bravo cree que para los meses venideros “la situación está encaminada”, pero habrá alumnos listos para ir a examen que no tendrán opción de acceder a las listas para examinarse, porque hay miles de peticiones
Pasado el verano, en cambio, no olvida que cinco de los ocho examinadores asignados para Gipuzkoa se trasladarán a otro territorio, y cree que “si no vienen al menos cinco examinadores, el problema se va a agravar muchísimo”. Además, subraya que “en realidad, serían siete los que tendrían que venir, ya que la cifra que nos corresponde es de diez examinadores”.