Desde hace tres años la basílica de María Magdalena cuenta con su propio Belén, una tradición que se perdió hace muchos años y que la asociación cultural Maria Magdalenaren Lagunak se ha encargado de recuperar. Cada año tratan de innovar y de sorprender a los visitantes, que suelen ser muchos. El nacimiento se puede visitar hasta el 5 de enero en horario de 17.00 a 19.30 horas y los sábados por las mañanas. Además, la basílica también abre la mayoría de mañanas.
“Hace cuatro años en una de las reuniones, propuse analizar qué posibilidades teníamos de poner un Belén en nuestra basílica. Yo de pequeño no he conocido nunca un Belén en María Magdalena y nos pareció, que una vez constituida la asociación, podía ser algo interesante. Y al final decidimos colocarlo”, recuerda Jose Luis Insausti, miembro de la asociación Maria Magdalenaren Lagunak.
El primer año recurrieron a la Asociación de Belenistas de Gipuzkoa quien les trajo un nacimiento que tuvo “un gran éxito”. “La Asociación de Belenistas de Gipuzkoa hace una gran labor, pero el alquilarlo todos los años supone un dinero importante”, apunta Insausti. Sin embargo, el éxito les dio fuerzas para seguir organizándolo.
El segundo año tuvieron la suerte de que una errenteriarra, la madre de Amaia Mitxelena Oiarbide, les prestó un Belén euskaldun. La madre de Mitxelena es una gran artesana que elabora figuras belenistas. Este nacimiento tenía la particularidad de que los personajes eran vascos y en él aparecían baserritarras, coros... “También tuvo una gran acogida y sorprendió por su peculiaridad a muchas personas...”, asevera la misma fuente.
Este año por primera vez se pueden ver las figuras que ha adquirido para la basílica la asociación Maria Magdalenaren Lagunak. “He mos ido haciéndonos con diferentes figuras, hemos ido comprándolas”, señala Insausti.
No obstante, este año también han contado con la ayuda de la familia Mitxelena Oiarbide quien les ha dejado el pesebre. “Está hecho totalmente a mano por su madre y está lleno de detalles”. Tiene un horno de leña con una luz que simula el fuego, de la pared cuelgan pimientos y ajos, hay jarrones y pucheros, el portal tiene una cúpula bizantina y las piedras del suelo también están hechas una a una. “Tiene un valor artesanal altísimo, es una imitación de un pesebre maravilloso”, recalca Insausti. Además, también les han prestado otra casita en la que se puede ver a dos panaderas.
Entre las figuras propias de la asociación que más gustan, se encuentra el grupo del Olentzero y los cantores, que Maria Magdalenaren Lagunak adquirió ya el año pasado.
Aparte del Belén, en el altar, debajo de María Magdalena se ha colocado un misterio que es de la propia asociación, que ha gustado mucho.
“En Errenteria siempre ha habido mucha tradición por los nacimientos. Nosotros siempre hemos conocido los nacimientos en nuestros domicilios y en nuestra parroquia. Antes Olentzero no era tan conocido y en Nochebuena solíamos salir a cantar portando un Belén”, rememora el miembro de la asociación cultural.
Insausti también recuerda que siempre han conocido un Belén en la parroquia de la Asunción que “era muy hermoso”: “No sé lo que pasó, pero durante unos años hubo un vacío, pero tengo que decir que este año, con el párroco nuevo (Rafael Olaizola), se ha puesto un nacimiento precioso que está teniendo muchísimo éxito. El misterio que ha colocado el párroco es muy hermoso, que tiene unas figuras maravillosas”.
El objetivo de la asociación es ir ampliando poco a poco el Belén, pero es difícil y costoso crear una colección. “Me puse en contacto con una fábrica que hace figuras y por mediación de ellos y en alguna tienda hemos encontrado algo.
En la mente de Insausti está la intención de colocar un río y figuras articuladas o con movimiento. “Existe la tradición y yo creo que el Belén en la basílica se va a mantener”, asegura con una sonrisa.