Lasarte-Oria - Los propietarios de perros del barrio de Zumaburu y del centro de Lasarte-Oria están preocupados por la aparición en las últimas semanas en los jardines de trozos de carne cocinados envenenados y salchichas con alfileres o cristales. En el último mes cuatro canes han muerto, según indican los indicios, por envenenamiento.
Una vecina, María García, conoce esta experiencia. Su anterior perro murió probablemente por un envenenamiento y cuando hace unos días vio a su perra Kona, un cachorro de labrador, ingerir un trozo de pollo en la plaza Askatasuna fue corriendo directamente a urgencias veterinarias. “En menos de una hora logramos que vomitara y que el veneno no penetrara en su organismo. La veterinaria nos dijo que el mismo día habían acudido otros tres o cuatro perros por este motivo, pero es muy difícil demostrar que se ha producido un envenenamiento”, asegura. Para poder acreditarlo habría que analizar el trozo de carne.
“Además, los perros envenenados suelen morir a la semana de tener el contacto con el veneno de hemorragias internas, una muerte muy dolorosa, pero para entonces el veneno ya ha desaparecido”, explica García.
A pesar de lo complicado que es demostrar este hecho, otra vecina, Pili Letamendi, está decidida a presentar una demanda colectiva. “Me lo recomendó una técnico del Ayuntamiento y en la página de Facebook de Yo soy de Lasarte-Oria pondré un aviso para que todo aquel que quiera se sume a ella”, informa. “Tenemos que denunciarlo”, anima.
Los propietarios de perros se sienten desamparados por la Policía Municipal. “Lo único que les han dicho a unos conocidos es que si ven a un sospechoso le saquen fotos. Pero nosotros queremos más vigilancia”, se queja García.
De hecho, hay voces que apuntan como sospechosos a un hombre de edad avanzada y a una anciana, que tira las salchichas en la zona de BM.
Este medio se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Lasarte-Oria para saber si tiene conocimiento de este asunto, pero aún no ha recibido respuesta.