urretxu - Garrido visitó Urretxu la semana pasada, con motivo del 50º aniversario del instituto Joxe Mari Iparragirre. Hizo el Bachillerato en este centro escolar y el viernes pasado habló acerca de su trabajo a los alumnos del instituto.
¿Cuándo supo que quería ser periodista?
-La vocación me surgió de crío. Se lo debo a mi madre. Sobre todo, el tema de la radio. En casa encendíamos la radio nada más despertarnos y lo último que hacíamos al final del día era apagarla. Escuchábamos Cadena SER, RNE, Radio Segura, Radiogaceta de los Deportes, Carrusel Deportivo...
¿Dónde inició su andadura?
-Estudié en Leioa y tuve la suerte de hacer las prácticas en Radio Bilbao, de Cadena SER. Uno de mis mentores ha sido Iñigo Marquínez, que sigue la actualidad del Athletic y la del ciclismo. Tuvo mucha paciencia conmigo y me ha dado muy buenos consejos. Confío mucho en él. Mi referencia son mis compañeros de Bilbao y de Madrid. Llevo siete años en Madrid.
¿Siempre ha trabajado en la sección de deportes?
-Sí. Me encantan el fútbol, el baloncesto, la NBA, el tenis, la pelota vasca... Nunca he sido fanático de un equipo, pero siempre me ha tirado el Athletic: por la influencia de mis tíos de Zumarraga y por mi estancia en Bilbao.
¿Cómo ve a los equipos de fútbol vascos?
-Viven un gran momento deportivo, financiero e institucional. La Real está jugando muy bien. A ver cómo acaba el año fisicamente. Le hacía falta un buen año y sería una pena que no fuera a Europa. Me gustan Xabi Prieto, Vela, Illarra y Zurutuza. También sigo a Garbiñe Muguruza, a Jon Rahm...
‘Carrusel deportivo’ es el programa decano de la radio deportiva en España. Dirigirlo y presentarlo es una gran responsabilidad.
-Así es. Recibí la oferta con mucha ilusión. No sentí miedo, pero sí un respeto muy grande y cierta presión. Es un programa que nació en los años 50 y por él ha pasado gente muy buena.
¿Cuál diría que ha sido su aportación?
-Somos conscientes de que este país se divide entre barcelonistas y madridistas, pero me gusta prestar atención también a otros deportes. Quizá mi aportación sea el hacer un programa polideportivo, coral, de buen rollo, con humor, con ritmo y en el que se debate sin acritud.
¿Algún deportista que admire especialmente?
-Maialen Chourraut. Compite con pocos medios, invierte su dinero y después de ser madre convirtió la medalla de bronce de Londres en una de oro. La trayectoria de Ruth Beitia también me parece impresionante.
¿Cómo recuerda sus años en el instituto Iparragirre de Urretxu?
-Tengo muy buenos recuerdos del instituto y me ha hecho mucha ilusión que se hayan acordado de mí. Acceder al instituto era asegurarte una buena educación. Teníamos muy buena relación con los profesores, de tú a tú, y siempre me aconsejaron bien. Alberto, el celador, era una figura clave para todos. Ejercía de psicólogo. Nos integraba a los que veníamos de Legazpi, a los tímidos los metía en el grupo, a los movidos los controlaba... Me apoyó mucho.