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Centenario del megalítico de Aralar

el ataundarra jose miguel barandiaran fue el que encontró los restos del megalítico de aralar. hoy en día se han catalogado más de 30 construcciones en la estación y la cifra va aumentando

Centenario del megalítico de Aralar

Mañana se cumplen exactamente cien años desde que José Miguel Barandiaran encontrase los restos del castillo de Ataun. Había escuchado en casa varias historias sobre los jentiles que habían vivido en Ataun, y así, picado por la curiosidad subió hasta arriba. No encontró ningún resto de los jentiles, sino los restos de un castillo que había hace muchos años y que había leído en el libro Castillos de Navarra. Por aquel entonces se creía que el castillo estaba debajo de la Iglesia de San Gregorio. Barandiaran demostró que esa afirmación no era cierta , ya que encontró los restos de aquel castillo del que tanto había escuchado y lo publicó. Aún así, en su afán de encontrar restos de jentiles, se encontró con un baserritarra que se fijó que estaba buscando los restos de los jentiles. “Aquí no encontrarás nada de eso, los jentiles estaban en Aralar”, le comentó. Así pues, quedaron la mañana siguiente para ir los dos juntos hacia Aralar. Pero el baserritarra no apareció por lo que Barandiaran comenzó la andadura el solo. “Él nunca había visto ningún dolmen hasta entonces aunque habría escuchado hablar sobre ellos”, comenta el ataundarra Jexux Aizpurua que vivió aventuras con Barandiaran. Así pues, Barandiaran se sentó y de repente se fijó en el montón de tierra que había levantado un topo. Entre la tierra vio un hueso. “Esto debe de ser humano, algún diente”. Y así fue, Barandiaran se encontraba sin saberlo encima del dolmen de Argarbi. “Barandiaran encontró el primer dolmen de Aralar”, comenta Aizpurua. El hallazgo llegó hasta los oídos de Telesforo Aranzadi que por aquel entonces era el director de la revista Euskalerriaren alde. Ese fue el comienzo de una gran amistad y de un gran recorrido de investigación. Pero a parte de Aranzadi también se puso en contacto con Barandiaran el arqueólogo Enrique Eguren. Un año más tarde, en 1917, los tres hicieron un plan y comenzaron a hacer salidas para investigar y buscar restos arqueológicos en Lizarrusti, Etzegarate y Aralar, entre otros. Así continuaron durante los siguientes años, hasta la guerra del 1936. En total, en la estación megalítica de Aralar se han catalogado 30 construcciones, cifra que va en aumento.

“Barandiaran siempre ha sido una referencia en muchos ámbitos y a nosotros nos abrió un mundo totalmente desconocido”, subraya Aizpurua. Y es que él mismo fue con Barandiaran en más de una ocasión a buscar restos y objetos de antaño a las cuevas que están debajo de Jentilbaratza. “Se ponía el buzo azul y estaba dispuesto a trabajar”, recuerda. “Sacábamos la tierra y lo pasábamos por el harnero. Me acuerdo de que encontramos huesos y monedas”.

José Miguel Barandiaran falleció hace 25 años, y por ello la Fundación Barandiaran tiene en mente organizar algo para recordar todo el trabajo que hizo comenzando en su tierra, en Ataun.