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El vaivén de la Avenida

Seis meses después del libro dedicado a los comercios de los números impares de la avenida de la Libertad, se publica el dedicado a los pares. Antes y ahora, el baile de firmas sigue vigente. Un reportaje de Carolina Alonso

El vaivén de la Avenida

Con el cambio de año, llegó a las librerías una nueva publicación que homenajea a los comercios donostiarras. En este caso, se trata del séptimo libro dedicado a los establecimientos comerciales de la ciudad, escrito por Lola Horcajo, Juan José Fernández Beobide y Carlos Blasco Olaetxea. Los protagonistas en esta ocasión son las tiendas, bancos, cafeterías y restaurantes del lado de los números pares de la Avenida de la Libertad. El nuevo título, Historias de la Avenida II, completa al que salió a la luz hace seis meses, protagonizado por el lado de los números impares.

Se da circunstancia de que la principal arteria comercial de la capital guipuzcoana durante décadas se encuentra en la actualidad inmersa en una revolución de cambios de establecimientos, una más que añadir a las numerosas transformaciones de firmas que ha sufrido a lo largo de su historia. La construcción de esta vía arrancó en 1864, cinco años después del derribo de las murallas.

La zapatería Ayestarán de la esquina Avenida-Loiola ha cerrado sus puertas recientemente, aunque ha abierto otro establecimiento en la calle Txurruka, en el local de la joyería Astrain. Unas bellas fotografías y un vídeo emocionante, titulado Amamos el suelo que pisamos, se han unido al adiós de un comercio con siete décadas de vida, que fue pionero al incluir columpios para los niños en su interior.

Pero esta tienda se hallaba en los números impares. En los pares, a los que hace referencia la nueva publicación de Horcajo y compañía, ha cerrado recientemente la joyería Durant, reconvertida ahora a la cadena Aristocrazy. La zapatería Siglo XXI también ha saldado su género y antes lo hizo la tienda de ropa infantil Friki. La Gelatería ha sido sustituida por Ritual’s e, incluso, la tienda más nueva de la calle, Natura, se ha convertido en Boutique Swing.

Los autores del libro despiden con cariño las últimas tiendas que han echado el cierre en la Avenida. “No sabemos si ello ha sido producto de la crisis, de la actualización de las rentas antiguas, de lo cotizados que están los locales del centro o de una suma de todo ello. El hecho cierto es que en estos meses han desaparecido comercios que llevaban entre nosotros muchísimas décadas”, señalan en el prólogo.

Brunet, Lyonnais...

Pero, aunque ahora parece ser época de cierres, la Avenida donostiarra siempre ha sido punto de apertura de nuevos establecimientos. Desde el inicio de su construcción, hace 145 años, el empuje de la pequeña ciudad de entonces se vio reflejada en esta calle, donde todos los emprendedores querían instalarse, al igual que lo hacían los bancos, como el Crédit Lyonnais, la Banca Brunet o el Banco Español del Río de la Plata.

Esta pujante historia puede conocerse con detalle en la publicación que, como es habitual en todas los realizadas por el trío de investigadores, cuenta con numerosas fotografías que ilustran las historias, tanto de los tiempos más lejanos, como de los cercanos.

Historias de la Avenida II arranca por el primero de los comercios de esta calle, Los Fabricantes Unidos, una tienda de menaje del hogar y ferretería que tuvo ocho décadas de vida para cerrar sus puertas en 2005. El imponente local, con acceso por el chaflán, tenía sus orígenes en el indiano de Azpeitia Anastasio Azpiazu y llegó a tener una quincena de trabajadores, algunos de los cuales recuerdan en la publicación que estaba prohibido decir “No hay”. La consigna del último jefe, Don Ignacio Azpiazu, era “Aquí no se puede decir No hay. Si no lo tenemos igual, lo tenemos parecido”.

Balenciaga

En la misma manzana estuvieron los talleres del modisto Balenciaga, en los que llegaron a trabajar unas 80 operarias en los años 1950. La fama internacional del diseñador de Getaria dejó su huella en Donostia y las numerosas cortadoras y modistas que trabajaron para él siempre hicieron gala de su paso por estas instalaciones.

Y el deporte también estuvo presente en los números pares de la Avenida. La tienda Elizondo, ubicada en el número 4, y dedicada a artículos de viaje y armería, como figuraba en su escaparate, sucedió en 1962 a la fundada anteriormente en la calle Prim. Fue Joseba Elizondo, entrenador del Real Unión, del Sanse y dos veces de la Real Sociedad, el fundador de este comercio de artículos deportivos de la ciudad, que se distinguió también por sus cuidados escaparates, como el que confeccionaron cuando el hombre llegó a la luna en 1969.

La publicación de los investigadores donostiarras rescata también la historia de las oficinas de la Telefónica, que fueron inauguradas por la reina María Cristina en 1913, en el primer centenario del incendio de la ciudad. El edificio, obra del arquitecto José María Vega, está ahora ocupado por oficinas del Banco de Santander y conserva la antigua y llamativa vidriera en el lucernario.

Numerosas tiendas de vestir y calzar, como Solca, camisería Avenida, calzados Muro, sastrería Auzmendi, Modas Elena, Casa Parra y Paragüería Erro, entre muchas otras, tienen también su hueco merecido en el nuevo libro a la venta en las librerías.