zumarraga - Seis de los siete alcaldes que ha tenido Zumarraga desde la Transición se reunieron ayer para hablar del pasado, presente y futuro de la localidad. El encuentro se desarrolló en el restaurante Iburreta, por iniciativa del actual alcalde.
Acudieron todos, excepto Antón Arbulu (PSE-EE, alcalde de 1995 a 1999 y de 2003 a 2008): Patxi Urrestilla (PSE-EE, presidente de la comisión gestora que se creó en 1978), José Luis Ruiz (PNV, 1979-1983), Juan Mari Garitano (PNV, 1983-1987), José Julián Irizar (EA, 1987-1995), Aitor Gabilondo (EA, 1999-2003) y Mikel Serrano (PSE-EE, alcalde desde 2008). También fue invitado Marcelino Okariz, secretario del Ayuntamiento desde la Transición hasta la primera legislatura de Arbulu. Urrestilla destacó de su época la “ilusión” y la “unión” existentes. “Se trataba de un cambio maravilloso. Aquella ilusión se ha perdido y se trabaja de otra manera”.
Ruiz resaltó el trabajo realizado para que el hospital comarcal se ubicara en Zumarraga. Y añadió que sintió un gran alivio cuando dejó el cargo. “Se presentaban un montón de mociones que entorpecían el trabajo”, comentó.
Garitano, por su parte, recordó que en su legislatura se abrieron el hospital y el hogar del jubilado y se renovó la casa consistorial. “No tengo recuerdos negativos”. Irizar destacó de sus años de mandato la unión de Aginaga con Zumarraga y la apertura del frontón. En lo negativo, comentó que le tocó vivir dos inundaciones y una sequía. “La víspera de Santa Lucía decidimos cortar el suministro de agua porque el pantano estaba al 13% y al día siguiente cayó una nevada”.
Gabilondo recordó que durante su legislatura se inauguró el cine Zelai Arizti. “El día más triste fue el del asesinato de Manuel Indiano”. De estos seis últimos años, Serrano destacó que aunque le ha tocado lidiar con la crisis, se han sacado adelante proyectos como la estación intermodal, la remodelación de la calle Piedad y el centro de interpretación.
Por último, Okariz se quedó con la solución al problema de la escasez de agua, la apertura del hospital y el encauzamiento del río que acabó con las inundaciones. “¡Claro, era parte interesada!”, dijo Irizar recordando que Okariz reside en Kalebarren. “¡He llegado a dormir con dos metros de agua debajo de casa!”, se defendió.