Eitzaga es el barrio con más casta de Zumarraga y sus vecinos se sienten fuertemente identificados con el barrio. Buena muestra de ello es la fiesta que celebraron el domingo. Estaban convocados todos los vecinos mayores de 50 años y acudieron 222 personas. Algunas vinieron de lugares tan lejanos como Estados Unidos o Italia. Los impulsores de esta iniciativa desean recopilar la historia y las historias del barrio y este ha sido el primer paso para ello.
La fiesta arrancó a las 11.00 horas en la ermita de San Gregorio. Se ofició una misa y después se inauguró una exposición de fotografías antiguas, cedidas por las distintas familias de Eitzaga. Los eitzatarras recordaron los viejos tiempos a través de las imágenes, a la vez que saludaban emocionados a los vecinos que residen fuera de Zumarraga y vinieron para la ocasión. También tuvieron ocasión de escribir mensajes en el mural que se colocó en el pórtico del templo.
De la ermita se trasladaron al restaurante Etxeberri, donde se celebró una comida. En la misma se homenajeó a los mayores de 90 años: Justa Ormazabal, Nikaxi Iparragirre, María Arrizabalaga, José Ramón Jauregi, Felisa Aranguren y el matrimonio formado por Nati Lasa y Joxe Elortza.
Uno de los impulsores de esta iniciativa ha sido Andoni Ormazabal. Explicó que en las comidas de familia se hablaba siempre de organizar algo así. "Sabíamos que mucha gente pensaba lo mismo, pero nadie daba un paso adelante. Cuando me jubilé, visité los archivos de Zumarraga y Urretxu para recopilar la historia del barrio y vi que había muchos datos interesantes. Así, me animé a organizar una comida para recoger también las historias del último siglo".
La convocatoria tuvo un gran éxito. A los eitzatarras que viven en el barrio, se les unieron muchos que viven en otros pueblos. Vino gente de distintos puntos del Estado español e incluso de fuera de la península. Enrique Zaldua vino de Estados Unidos y Lourdes Goenaga de Italia.
No en vano, existe un gran sentimiento de pertenencia al barrio. "Una de las razones es que antes Eitzaga quedaba un poco apartado del casco urbano. Era casi un pueblo y las puertas de todas las casas estaban abiertas. A todos se nos conocía por el nombre de nuestra casa".
Ormazabal recordó que de niños solían organizar guerras contra los forasteros que osaban acercarse al barrio. "Teníamos ventaja, pues nos colocábamos sobre el puente y es más fácil atacar de arriba a abajo que de abajo a arriba". Además, tenían fábrica de armas. "Teníamos una cestería y utilizábamos el material para hacer arcos y flechas", comenta.
Pero este barrio no es importante solo para los vecinos. De hecho, Eitzaga ha contribuido también de manera notable al deporte, la cultura y la gastronomía de Euskal Herria a través de varios vecinos que participaron en la fiesta del domingo: el exfutbolista Esteban Txintxurreta (jugó en la Real Sociedad, Eibar, Real Unión, Racing de Santander y Murcia, entre otros equipos), el cocinero Pello Aranburu (jefe del cocina del restaurante Arzak) y los hermanos Jaka (fundadores de Elkar).
vecinos ilustres Jon Jaka comentó que recibió con "gran alegría" la llamada de los organizadores. "Me hizo mucha ilusión que nos llamaran y enseguida respondí que sí. Viví en Eitzaga solo de los 14 a los 26 años, pero siempre lo he llevado en el corazón. Además, Eitzaga tuvo un detalle muy bonito con nuestra familia: le puso el nombre de nuestro hermano Joseba a una plaza".
Aranburu también estaba encantado. "Me ha hecho mucha ilusión que hayan organizado este acto. Hoy libraba en el trabajo, pero si no fuera así, hubiera pedido fiesta y seguro que Juan Mari me la hubiera concedido. Sabe bien lo importante que es Eitzaga para mí. En Donostia suelo decir que soy de Eitzaga".