arrasate. Según las previsiones, el nuevo sistema de recogida selectiva de residuos, que utilizará dos contenedores de color marrón y gris para depositar por separado la materia orgánica y la fracción rechazo -el resto se mantendrán como hasta ahora-, se pondrá en funcionamiento el segundo semestre del próximo año. Así lo anunciaron ayer el alcalde de Arrasate, Inazio Azkarraga-Urizar, y el portavoz del PNV, Juan Karlos Garitano, en la presentación oficial del acuerdo alcanzado en la Mesa de Residuos.

Tal y como insistió el primer edil, las partes que se han sumado a la negociación han coincidido "desde el principio" en el objetivo perseguido: "Lograr un sistema que garantice las máximas cotas de reciclaje, gastando el mínimo de recursos materiales, generando el mínimo de residuos y separándolos selectivamente; es decir, un modelo basado en las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar".

La mesa, constituida a instancias del Gobierno municipal, se reunió por primera vez el 4 de septiembre y en seis encuentros se ha conseguido un "compromiso" para trabajar conjuntamente en la puesta en práctica de un sistema "sostenible de gestión de residuos en Arrasate".

"Para llegar a este pacto ha sido necesaria una actitud flexible por parte de todos", manifestó Garitano, que compareció ante los medios acompañado, además de por el alcalde, por Joxe Etxeberria (Aralar), Juan Luis Merino (Ezker Anitza-IU), Andoni Loiti (Zero Zabor), Juan Carlos Stegmeier (Arrasate Garbi) y Piter Encinas (Ekologistak Martxan).

El grupo municipal del PSE-EE y la plataforma Stop PaP, que abandonaron en su día la Mesa, han quedado fuera de este acuerdo. "Hemos buscado su adhesión, pero no ha sido posible. No obstante, confiamos en su incorporación futura", señaló Garitano.

El convenio, con el que se ha superado la controversia del quinto contenedor versus puerta a puerta, se ratificará en Pleno. En líneas generales, se marca como reto obtener "como mínimo un 70% de recogida selectiva en un plazo de nueve meses" a contar desde la implantación del nuevo sistema. De este modo, los arrasatearras depositarán "obligatoriamente" cada fracción diferenciada en los puntos de recogida, que en el caso de la materia orgánica y la fracción resto emplearán, a través de dos nuevos contenedores, un sistema de acceso controlado Se aplicará, asimismo, el denominado pago por generación o fiscalidad ecológica.

reubicar los actuales La instauración del nuevo modelo de recogida de desechos urbanos comenzará en la zona urbana. Se constituirá una comisión de seguimiento que en un periodo experimental de nueve meses evaluará los resultados: si en seis meses no se llega a los objetivos marcados se introducirán medidas correctoras, y si al final de los nueve meses no se logra el umbral mínimo del 70% en la recogida selectiva, se implantará el puerta a puerta.

Las zonas industriales, comercios, hostelería y el ámbito rural tendrán su propia recogida selectiva.

La colocación de los contenedores marrones y gris traerá consigo la eliminación del actual contenedor verde (basura). Todo ello implicará un cambio sustancial en el sistema de recogida vigente en el que se han detectado "grandes deficiencias". Por un lado, antes del desembarco de los contenedores marrón (orgánico) y gris (resto), se adecuarán los puntos de recogida que existen actualmente. El alcalde explicó, en este contexto, que los contenedores verdes (basura y el selectivo para el vidrio), amarillo (envases ligeros) y azul (papel y cartón) se instalarán agrupados en un mismo lugar, mejorando, de esta manera, su ubicación. También se pondrán operativos los soterrados.

Estas serán algunas de las actuaciones más inmediatas hasta que en el segundo semestre de 2014 eche a rodar el nuevo sistema que dispondrá de cinco contenedores, uno para cada fracción, donde se busca potenciar "la calidad" en la recogida selectiva del orgánico; una opción a fecha de hoy inexistente en Arrasate, donde la tasa de reciclaje se sitúa en torno al 36%.

La villa cuenta con 180 contenedores verdes (basura), de los cuales 118 están dispersos y solo 40-45 están colocados junto a otros selectivos. Por otro lado, en los próximos meses se impulsarán campañas de información, formación y sensibilización entre la ciudadanía. Y mientras tanto, la Mesa de Residuos seguirá definiendo las particularidades del sistema (número de contenedores, modelo de control de acceso...).