DESDE ayer, 1 de enero, el cinturón del donostiarra se tendrá que apretar un agujero más para hacer frente a la subida de tasas e impuestos municipales, aprobada a finales de octubre, con el fin de lograr 1,1 millones de euros más para el Ayuntamiento, es decir, unos 14 euros más por hogar. La propuesta inicial del gobierno de Bildu, que pretendía ingresar 2,2 millones de euros más para las arcas municipales, se redujo a la mitad tras la unión de los grupos de la oposición en el Pleno.

Incluso, algunas tarifas no subirán, como la basura, aunque las familias notarán cambios en su recibo, hacia arriba o hacia abajo, ya que su precio final dependerá en parte del consumo de agua. Este es uno de los cambios más llamativos que afectarán a los hogares donostiarras ya que, desde 2013, el precio por el servicio de recogida de residuos no será igual en todos los casos sino que tendrá dos partes: una fija y otra variable. La fija será de 72 euros y la variable equivaldrá a 0,33 euros por metro cúbico de agua consumido. Así, si antes había varios motivos para ahorrar agua, ahora habrá otro más. El consumo del líquido básico, por su parte, se incrementará lo equivalente al IPC de 2012, es decir, un 2,7%.

Por otra parte, la basura de las empresas sí que aumentará su precio, en concreto un 3,7%, con el acuerdo de todas las formaciones políticas donostiarras.

Entre las tarifas que se incrementarán, grosso modo, el equivalente al IPC se encuentran también los billetes de autobús, aunque sus precios sólo estará vigentes hasta marzo, cuando desaparezca la actual tabla de precios para implantarse la de Lurraldebus, que aumenta sus descuentos en función de los viajes realizados, aunque carece de abonos mensuales como los actuales.

Así, hasta entonces, el billete ocasional costará 1,55 euros; el bonobús ordinario, 80 céntimos; el viaje con bonobús social, 39 céntimos; el abono mensual con viajes ilimitados, 40 euros; el abono de familia numerosa, 32 euros; el ilimitados para jóvenes, 34 euros; y el trayecto con abono de familia numerosa, 66 céntimos.

También subirá un 2,7% el impuesto de vehículos. Así, los turismos, que ahora pagan entre 41,10 y 328,99 euros, según sus caballos fiscales, deberán abonar ahora entre 42,20 y 337,87 euros. Las motos, por su parte, tendrán un impuesto de entre 9,24 y 154,79. El impuesto de circulación más elevado seguirá siendo el de los camiones de más de 9.999 kilos de carga, que pagarán 345 euros.

Las distintas tarifas de la OTA también subirán una media del IPC, aunque en algunas calles habrá subidas mayores ya que no sólo cambiará el precio público sino también el tipo de la OTA, por lo que los incrementos serán superiores.

El servicio de grúa, por su lado, sufrirá un aumento de precio superior a la media ya que se ha fijado en el 5%. En la actualidad, la retirada de los ciclomotores cuesta 41 euros, la de motocicletas 75 y la de turismos, 138, aunque si el dueño llega antes de que el vehículo sea llevado al depósito, el precio se divide por la mitad. Estas cantidades subirán un 5%. Si el propietario no llega a tiempo y el vehículo inmovilizado se lleva al depósito, a estas cantidades habrá que sumarle el precio por la permanencia en el garaje municipal, que asciende en la actualidad a sumas de entre 7,91 a 29,65 euros por día o fracción, según el tipo de vehículo. Estas sumas, como los demás servicios municipales en general, subirán un 2,7%.

servicios

Toldos, cabinas, vados...

Dentro de la categoría de servicios municipales que se encarecerán en un 2,7% se encuentran distintos precios como los de los abonos de los parasoles de las playas, que oscilarán entre los 313 de los toldos más baratos a los 374,20 de las carpas. Los alquileres para un solo día pasarán a costar entre 13,14 y 21,87 euros.

Otros servicios playeros, como las cabinas o las duchas, también subirán un 2,7%, así como otras actuaciones municipales como la entrega de licencia para perros potencialmente peligrosos, la reproducción de planos y otros documentos, el suministro de placas de vados y los análisis para el control de estupefacientes, entre otras tareas.

La ocupación de espacio público también subirá el IPC. Este apartado afecta a numerosos conceptos, desde los puestos de las baserritarras de la Bretxa hasta las terrazas de hostelería, las vallas, los andamios, las churrerías temporales, los kioscos de prensa, los de venta de castañas en invierno, los de flores el día de Todos los Santos y un largo etcétera.

Los impuestos, en esta ocasión, aumentarán algo menos del IPC y algunos quedarán congelados. Este es el caso del Impuesto de Bienes Inmuebles, que añadirá bonificaciones y también recargos del 50% para las viviendas vacías. Este suplemento, sin embargo, sólo se aplicará a los pisos que no sea residencias de verano, que hayan sido heredados en los últimos dos años o que estén en el mercado del alquiler, entre otras excepciones. Para determinar qué se considera vivienda vacía, el Consistorio elaborará una lista con el padrón y el consumo de agua.

El Impuesto de Actividades Económicas tampoco subirá aunque se aplicará a un mayor número de empresas. Asimismo, podrán solicitar bonificaciones por creación de empleo todas las empresas, independientemente de su tamaño.

Otro de los gastos que afectan a muchos donostiarras es el que afecta a la Kirol Txartela, un abono del que existen 48.000 unidades. La subida, que fue aprobada por el Gobierno de Bildu y el PP, implica subidas medias del 5% (entre 0,30 y 1,20 euros más al mes) con excepción de la Kirol Txartela Social, cuyo precio quedará congelado.

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