Tolosa. Es una de las grandes obras que se vislumbra en el horizonte tolosarra para los próximos meses. Tras el apoyo que dieron en el referéndum de junio los vecinos de Larramendi al soterramiento de la carretera que atraviesa su barrio, ha empezado la cuenta atrás para que entren las máquinas y comiencen a construir el paso subterráneo. Según el cronograma que maneja el Ayuntamiento, el comienzo de los trabajos es inminente, en noviembre, y se espera que el proyecto al completo pueda estar terminado para agosto de 2013.
Se trata de una obra de envergadura y no cabe duda de que traerá consigo cambios a la vida diaria del barrio. "Afectará a la rutina de los vecinos, pero no sólo a ellos, sino a a la de todos los tolosarras, ya que hablamos de una de las entradas al municipio. El ruido, los cambios de tráfico, y las idas y venidas del los camiones son inevitables en una obra de semejante tamaño", admite el alcalde de Tolosa, Ibai Iriarte.
No obstante, el Ayuntamiento está trabajando junto a la dirección de la obra para que estas afecciones se reduzcan al mínimo. En este sentido, en el tiempo que duren las obras de soterramiento de la calle Larramendi se conseguirá finalmente mantener abierto el carril de entrada de la calle, cosa que antes no se contemplaba. "Creemos que esto aliviará mucho los efectos que pueden tener las obras en el tráfico", añade el alcalde. Así, la calle Uzturre (trasera) solo se habilitará para salir del municipio, tal y como está actualmente.
Uno de los mayores contratiempos que traerán las obras será la desaparición forzosa de los aparcamientos de la calle Larramendi y el Ayuntamiento estudia ahora las posibilidades para crear nuevas plazas para los residentes en el barrio. En este sentido, con el objetivo de que los vecinos tengan mayores opciones de aparcamiento, se quiere regular la calle Uzturre con el sistema de la OTA que actualmente ya está implantado en la calle Larramendi.
El soterramiento planteado en el proyecto de urbanización de la calle Larramendi tiene 280 metros de longitud y 85 metros de ancho, y permite obtener unos 1.000 metros cuadrados para crear un amplio espacio peatonal que podría llegar a los 15.000 metros, uniendo dos plazas, la de Arkaute y la nueva que surge de este enlace subterráneo.
En base al cronograma presentado por la promotora y la dirección de la obra, las obras para soterrar la calle Larramendi comenzarán en noviembre con el desvío de las actuales infraestructuras, es decir, la red de abastecimiento del agua, saneamiento y electricidad, y después arrancarán los trabajos para agujerear el terreno, en diciembre.
De esta forma, se prevé que los trabajos propios del soterramiento puedan estar concluidos en junio de 2013, si todo marcha al ritmo esperado. Sin embargo, los trabajos de urbanización de la gran plaza central comenzarán el mayo de 2013 y concluirían en agosto. "Este es el cronograma que nos han presentado y que nosotros estamos manejando", matiza el alcalde.
¿Qué pasa con Arkaute? En el Plan General se delimita el chalé de Arkaute como equipamiento público y esta definición se mantiene en la actualidad. Además, en breve estará lista la nueva sede de la Cruz Roja, lo cual dejará vacía la casona. Sin embargo, el alcalde reconoce que exige grandes inversiones para adaptarla a los nuevos usos: "Este equipo de gobierno tiene la intención de realizar esas inversiones, pero tal y como están en estos momento las arcas municipales, tenemos que definir su uso hasta conseguir la financiación".