Donostia. El Ayuntamiento de Donostia ha comprado dos nuevos radares para instalarlos en dos ejes viarios de la ciudad. Uno de ellos se colocará en el paseo de Bizkaia y el otro, en la avenida José Elosegi, a pocos metros del alto de Miracruz.
Tras haber iniciado los trámites para la compra de los medidores de velocidad a finales de mayo, en la Junta de Gobierno del pasado viernes, el Ejecutivo de Donostia decidió adjudicar los contratos para el suministro de las dos cabinas de los radares a la empresa Tradesegur por un precio de 36.000 euros y un plazo de instalación de tres meses.
De esta manera, el Consistorio añade otros dos medidores a los cinco colocados el año pasado en las calles Sibilia, Fernando Sasiain y paseo Otxoki (en Intxaurrondo), así como en Miramon y la avenida Tolosa. Por supuesto, a todos estos radares hay que sumarle el del paseo de La Concha. Con las cabinas que se instalarán en breve habrá un total ocho aparatos para medir el exceso de velocidad de los vehículos dentro de la ciudad.
El radar de la avenida José Elosegi se colocará sobre la mediana de separación que se encuentra frente al número 191 de la vía. Esta cabina se instalará, por tanto, al lado de la entrada al camino que sube a Ulia. Es decir, a pocos metros de distancia del alto de Miracruz.
El segundo radar se instalará encima del jardín lateral izquierdo del paseo Bizkaia, a la altura del número 2 de esa calle. El medidor se pondrá pocos metros antes del puente Mundaiz. El año pasado, a raíz de un accidente mortal que tuvo lugar en el cruce entre la calle Parque y el paseo de Bizkaia, la entonces concejala de Movilidad del Ayuntamiento, la socialista Maravi Dafauce, rechazó la instalación de medidores de velocidad en este enclave de la ciudad. La edil opinó que la vía estaba suficientemente "semaforizada, con muchas interrupciones". No obstante, el anterior Ejecutivo cambió, posteriormente, de opinión y el actual se ha mostrado de acuerdo.
La modificación de la circulación en algunas calles del barrio de Amara, así como los cambios de los flujos de tráfico provocados por la apertura de los dos nuevos puentes sobre el Urumea (de la Real Sociedad y del Lehendakari José Antonio Agirre) llevaron al Gobierno de Odón Elorza a optar por la colocación de un radar en esta zona.
La realidad es que la presencia de estos medidores coarta las ganas de los conductores de superar el límite máximo de 50 kilómetros por hora establecido para las calles de la ciudad. Tras la puesta en marcha de los cinco primeros radares en Donostia, y las consiguientes multas, el departamento de Movilidad explicó que el porcentaje de conductores que superaban el citado límite había bajado de un 30% a solo un 5%.