Discreta y esencial
Fervor. Cercanía. Oración. La Virgen cuenta con muchos adeptos. Son muchos los factores por los que las personas sienten devoción hacia la Madre. Gipuzkoa cuenta con una nutrida colección de imágenes a las que se rinde culto.
EL director del Museo Diocesano, Koldo Apestegi, define el patrimonio religioso guipuzcoano como muy interesante: "No somos conscientes de la gran riqueza con la que contamos. La basílica de Santa María de San Sebastián, por ejemplo, es el buque insignia del barroco guipuzcoano". En su opinión, es el mejor templo de la Diócesis.
La ermita de la Virgen de la Antigua de Zumarraga, en cambio, es la más emblemática: "Es la catedral de las ermitas", remarca. "Su cubierta de madera es una joya. Contamos también con retablos, órganos, cuadros… ricos y llamativos". Apestegi las conoce todas y confiesa que la provincia cuenta con una gran colección de arte religioso.
El culto católico exige que para llevar a cabo una liturgia debe de haber un Cristo en la cruz y una imagen de María. "A lo largo de la historia hemos presenciado varias tendencias en relación a la Virgen", señala. "En ciertas épocas hubo Andra Maris. Luego vinieron otras vírgenes como la del Rosario, la del Carmen… Existen muchísimas. La calidad artística también varía. A nivel general disponemos de unas 300 imágenes de vírgenes de las cuales 110 tienen verdadero nivel artístico".
La elaboración de las imágenes ha variado con el tiempo. Existen las conocidas como olotinas: reproducciones de figuras de escayola realizadas en Olot (Cataluña). Aunque la mayoría de las que se encuentran en los templos guipuzcoanos son de madera y policromadas.
Imágenes de culto
Para los guipuzcoanos
Koldo Apestegi es zumaitarra. Y ejerce de ello. "En el pueblo, tenemos dos vírgenes", dice. Una de ellas es la patrona: la virgen de Arritokieta. La imagen del siglo XVI ha sido bastante manipulada debido a varias restauraciones: "A finales del siglo XIX y comienzos del XX, por ejemplo, a muchas vírgenes les cortaron las coronas originales de madera: posteriormente fueron nuevamente coronadas. Se han cometido barbaridades".
En los templos guipuzcoanos hay piezas de gran riqueza artística. "La virgen del Rosario de Hernani es soberbia", dice Apestegi: "También la de Oxirondo de Bergara. Piezas impresionantes. O la de Izaskun -siglo XIV-, muy querida por los tolosarras. O que decir de la del Juncal o Itziar: las esculturas más antiguas de Gipuzkoa".
Para el director del Museo Diocesano, la bergararra virgen gótica de Burinondo -siglo XIV- es un pieza atípica y única. "Es trinitaria", remarca. "En la talla policromada se puede apreciar el hijo sentado sobre las rodillas de la Madre. Ambos se encuentran en postura hierática. Cuando el niño es separado de la imagen de la madre, parece como si la virgen estuviera embarazada, ya que en el vientre se puede apreciar la Santísima Trinidad. Es una virgen rarísima. Este tipo de representaciones fueron destruidas en su día porque iban en contra de los dogmas. Es una bella pieza muy peculiar y desconocida".
En San Sebastián, camino a Igeldo, existe devoción hacia la virgen de Lourdes Txiki. En la gruta sobre la que se erige la imagen existen cerca de un centenar de mensajes de agradecimiento escritas en mármol. La palabra más repetida es "Gracias". Se acumulan los mensajes: "Gracias Virgen de Lourdes que me has curado", "Agradecimiento y recuerdo por la fe que tengo a la Virgen"...
"A las vírgenes la gente les profesa simpatía y devoción. Este tipo de manifestaciones son una manera de agradecer su intermediación. Es un reconocimiento a la Madre. Las imágenes de las vírgenes son iconos que representan la fe", manifiesta Apestegi, que tiene devoción a una única virgen. "A María", recalca. "Para mí todas son una. Única. Hay una única Virgen pero el sentimiento religioso de cada uno es diferente".