Imparable, Paula Remírez ha formado recientemente parte en los Juegos Paralímpicos 2024 donde ha formado parte del elenco arbitral de este deporte. La árbitra navarra, con amplia experiencia internacional, dirigió distintas sesiones y en este reportaje habla del orgullo que ha sentido tras esta nueva experiencia profesional y de su recorrido y pasión por el taekwondo.
La pamplonesa Paula Remírez Ruiz, de 41 años (Pamplona, 30-03-1983), fue seleccionada por World Taekwondo como árbitra de las Competiciones de Para Taekwondo de los Juegos Paralímpicos París 2024 que se celebraron entre el 20 y el 31 de agosto. “Ha sido una experiencia brutal. Ya había estado en unos Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, en los Juegos Olímpicos de Tokio..., pero la experiencia paralímpica ha superado con creces mis expectativas. La respuesta del público ha sido única en unos JJ.PP., y eso los ha hecho todavía más especiales”, valora. Agradecida por esta experiencia, da las gracias por haber formado parte en esta oportunidad pero no se olvida de todas las oportunidades anteriores que han hecho que su carrera profesional y personal estén en continuo crecimiento. De hecho, asegura de toda su trayectoria que “ha sido todo un regalo”.
¿Qué destaca de su trayectoria deportiva?
“De mi trayectoria deportiva destacaría todo. Muchas veces compaginar trabajo y deporte no es fácil, pero el Gobierno de Navarra, a través de la normativa foral del Deporte de Alto Rendimiento, ayuda mucho. Creo que soy una afortunada de poder vivir todo esto que he vivido y estoy viviendo. Destacaría sobre todo la suerte que tengo de poder conocer a personas de todo el mundo. De diferentes culturas, razas y condiciones sociales. Cada una de esas personas suma algo positivo en mi vida, y esa experiencia y momentos vividos con cada uno de ellos es algo irrepetible”, valora feliz.
Comenzó su andadura deportiva desde muy pequeña
Comenzó en el taekwondo desde muy pequeña, siguiendo los pasos de su familia, especialmente de su padre. “Mi padre era (y es) entrenador de taekwondo. Todos en mi familia hemos practicado taekwondo. Ahora sólo seguimos mi padre, las hijas de un primo y yo, pero muchos primos practicaron taekwondo también de txikis”, explica. De hecho, en su infancia probó distintas modalidades deportivas, pero siempre ganaba el taekwondo.
“Mi padre era (y es) entrenador de taekwondo. Todos en mi familia hemos practicado taekwondo"-
“He probado muchas cosas (natación, baloncesto, waterpolo, tiro con arco...), pero cuando llegaba el momento de elegir, porque se me solapaban los horarios, siempre ganaba taekwondo”.
¿Por qué siempre se decantó por este deporte?
Lo cierto es que asegura que lo que este deporte le da es un completo, “todo”. “Podría empezar y no parar de enumerar cosas que me aporta. Desde lo más obvio, que puede ser la parte física de salud, hasta experiencias que nunca imaginaría vivir.
Gracias al taekwondo estoy viajando por todo el mundo, tengo amigos maravillosos en casi todos los países del planeta. Creo que me ha ayudado a madurar personal y profesionalmente”. Pero, por enumerar, destaca que este deporte le ofrece valores como el compañerismo, disciplina, respeto, constancia, capacidad de adaptación, tolerancia, justicia, cortesía e incluso añade el valor de la honradez.
“En general, animaría a practicar cualquier deporte. Pero especialmente pediría que se le diera una oportunidad al taekwondo. Somos un deporte minoritario, y el mayor escaparate que tenemos son los Juegos Olímpicos. Pero un arte marcial es mucho más que la parte deportiva que todos conocemos a través de los Juegos Olímpicos. En un arte marcial, mayores y pequeños, hombres y mujeres aprenden juntos. Existen unos valores añadidos que otros deportes no tienen tan desarrollados”.