Concha Velasco celebró el pasado miércoles, 29 de noviembre, su 84 cumpleaños del mejor modo: en compañía de sus seres queridos. Su hijo, el escritor Manuel Velasco, fue uno de los que la visitó en esa fecha tan marcada. La histórica actriz, después de más de seis décadas en la interpretación, dejó los escenarios hace dos años por de su delicado estado de salud. Actualmente, vive en una residencia de Las Rozas (Madrid).
Manuel Velasco, el hijo de Concha, explicó ante los medios de comunicación cómo vivió su madre su 84ª cumpleaños: "Ha sido una tarde muy agradable, con familia y amigos. Ha pasado un cumpleaños bonito, familiar, muy tranquilo y muy bien". Respecto al estado de salud de la artista, este apuntó que se encontraba sin problemas: "Bien, tranquila, estable... Está bien". Y en cuanto a su estado de ánimo, el escritor añadió que estaba "muy contenta", algo que hace muy feliz a sus seres queridos. Al mismo tiempo, su hijo aprovechó para aclarar la situación y puntualizar que permanecía estable, dentro de lo que cabe. Por lo visto, han quedado en el pasado aquellos días en los que se hablaba de un posible empeoramiento de la salud de la famosa actriz.
Poor otra aparte, Manuel Velasco dijo que su madre continuaba recibiendo con bastante frecuencia visitas de sus seres queridos. Unos encuentros que, sin lugar a dudas, la animan y al benefician en su día a día. A pesar de sufrir algunos problemas de movilidad, lo cierto es que Concha Velasco se encuentra perfecta a nivel mental: "Ni mi hermano Paco ni yo hemos restringido las visitas a la residencia. A ella le hacen mucho bien, pero las organizamos siempre todas con orden y dosificadas para que no se fatigue", apostilló el escritor.
Celebración emotiva
Concha Velasco continúa estable gracias a los cuidados que recibe en la residencia de Las Rozas, en la que ingresó en marzo del pasado año. En la fecha de su cumpleaños, Manuel Velasco agradeció a todos los periodistas allí reunidos, además de relatar cómo había sido la fiesta que le organizaron a la intérprete. En el festejo, tal y como especificó el escritor, no faltaron "los ramos de flores, los bombones y la tarta". Después de haber pasado un inolvidable día junto a su madre, su hijo se mostró muy emocionado: “Gracias por esperar, siento que hayáis pasado frío, pero no he podido salir antes”.