Con la llegada de septiembre, mucha gente vuelve al estrés del día a día, y eso provoca que dediquemos menos tiempo a cocinar.
En muchas ocasiones, buscamos soluciones rápidas y prácticas en la cocina sin renunciar al sabor ni a la calidad de los alimentos. El microondas, a menudo subestimado y relegado únicamente al recalentado de sobras, puede convertirse en un verdadero aliado a la hora de preparar guarniciones sencillas, nutritivas y deliciosas.
Su rapidez, limpieza y versatilidad lo convierten en un electrodoméstico imprescindible para quienes desean optimizar su tiempo sin descuidar la alimentación.
El microondas permite cocinar sin necesidad de aceites en exceso, lo que facilita la elaboración de platos más saludables. Además, conserva mejor ciertos nutrientes que pueden perderse en cocciones largas con agua, como ocurre en la olla tradicional. Otra ventaja importante es la reducción del tiempo: en pocos minutos se pueden tener listas guarniciones que, de otra manera, llevarían el doble o el triple de tiempo. También es un método muy limpio: apenas se necesitan recipientes adicionales y se evita manchar sartenes u ollas.
Existen múltiples formas de aprovechar el microondas para acompañar tus platos principales. Estas son algunas recetas sencillas recomendadas por RealFooding que demuestran su utilidad:
Arroz en minutos
En un cuenco, basta con añadir un vasito de arroz y dos de agua. Tras ocho minutos a máxima potencia, se obtiene un arroz tierno y listo para servir como acompañamiento de carnes, pescados o verduras. Esta técnica evita la espera de la cocción tradicional y se consigue un resultado más ligero al no necesitar grasa añadida.
Quinoa express
Con la misma proporción (un vasito de quinoa por dos de agua) y diez minutos en el microondas, se obtiene una guarnición rica en proteínas vegetales y fibra. Es ideal para ensaladas templadas o para acompañar platos vegetarianos.
Patata asada fácil
La patata es un clásico de las guarniciones. Con un simple truco se logra un resultado similar al horno, pero en mucho menos tiempo. Basta con hacerle unos cortes, envolverla en papel de cocina mojado y cocinarla entre siete y diez minutos, según su tamaño.
Al añadirle un poco de sal, queda lista para disfrutar como guarnición o incluso como plato único con un chorrito de aceite de oliva.
Macarrones sin complicaciones
En un vasito con agua, los macarrones se cocinan en apenas ocho minutos. Esta técnica es perfecta para preparar pequeñas raciones individuales o como base de una guarnición que se puede completar con salsa de tomate o verduras.
Cebolla caramelizada en su jugo
Colocar una cebolla cortada en un cuenco, añadir un chorro de aceite de oliva y taparla con un plato permite que, en pocos minutos, se cocine al vapor con un resultado similar al de la sartén. Se obtiene una textura suave y un sabor intenso, perfecto para acompañar carnes, hamburguesas o tortillas.
En resumen, el microondas no solo es un aparato para recalentar, sino una herramienta que, bien utilizada, puede transformar la manera en que preparamos nuestras comidas diarias. Su rapidez y la posibilidad de cocinar con menos grasas lo convierten en un recurso fundamental para quienes buscan guarniciones sencillas y nutritivas.