La cocina internacional ha ido ganado su sitio en Donostia. Aunque la gastronomía vasca sigue siendo la más demandada en la ciudad, la capital guipuzcoana destaca por su esencia cosmopolita, ya que cuenta con decenas de restaurantes con comida de diferentes lugares del mundo.

Uno de los locales más novedosos es el restaurante Mongol-Coreano BStar, ubicado junto a la Plaza Easo.

En un vídeo compartido por el creador de contenido Asier Ibarlucea (@sansebastianfoodies), se define este local como un lugar destacado para probar la comida típica de Mongolia y Corea: "Si te gusta la comida internacional no dudes en visitar este restaurante en el centro". Además de tener la oportunidad de probar numerosos platos típicos de ambos países, el local sirve cerveza coreana.

Precios competitivos

El precio aproximado es de 25 euros por persona, comiendo de forma abundante y variada.

"¡Al ver tu historia fuimos y la comida muy buena! ¡Gracias por la recomendación! ¡Ni idea de que existía!", comenta un usuario en el vídeo.

Según señalan desde el propio restaurante, BStar es un "referente" en la cocina asiática, ofreciendo "sabores tradicionales de excelente calidad a precios cómodos". Su espacio es ideal para eventos familiares, fiestas y reuniones de trabajo, todo en un ambiente agradable y acogedor.

Cocina coreana: sabores intensos

La gastronomía de Corea y Mongolia refleja sus culturas, climas y estilos de vida únicos.

En Corea, la cocina se caracteriza por sabores intensos, fermentados y picantes. El kimchi, col fermentada con especias, es el plato más representativo. Otros alimentos populares incluyen el bulgogi (carne marinada a la parrilla), el bibimbap (arroz mezclado con vegetales, carne y huevo) y las sopas picantes como el kimchi jjigae.

El uso de ingredientes como el ajo, la guindilla y la pasta de soja fermentada es común, y se valora el equilibrio entre sabores, colores y texturas.

Gastronomía de Mongolia: platos más simples

En contraste, la gastronomía de Mongolia está profundamente influenciada por su tradición nómada. Los platos son más simples, enfocados en carnes (cordero, vaca, caballo) y productos lácteos.

El buuz (empanadillas al vapor rellenas de carne) y el khuushuur (empanadas fritas) son muy populares. También se consume mucho airag, leche de yegua fermentada. La cocina mongola es rica en grasas y proteínas, ideal para sobrevivir a los duros inviernos.

Ambas culturas reflejan un profundo respeto por la tradición y la conexión con la tierra.