Existen alimentos que se consideran bombas nutritivas, ya que su consumo aporta grandes nutrientes al organismo. Muchos piensan que los brotes y los germinados son lo mismo, pero no. Los brotes son el primer estado del germen verde, de donde más tarde nace la planta, mientras que los germinados son el resultado de la ruptura de la membrana exterior tras su exposición a la luz solar.
Los brotes de soja se desarrollan mediante un proceso natural en el que las semillas empiezan a mostrar tallos, brotes y pequeñas hojas. Al tratarse de plantas jóvenes, poseen un alto valor nutricional. Los brotes de soja no son habituales en la gastronomía española; sin embargo, han ganado popularidad en diversas cocinas, especialmente en la asiática. Y al no consumirlos nos estamos perdiendo de muchos beneficios para el cuerpo.
Además de ser una fuente rica en nutrientes son bajos en calorías, lo que los convierte en una opción ideal para quienes buscan mantener un peso saludable al ser considerada como la carne vegetal por la cantidad de proteínas saludables que contienen. Actualmente, pueden encontrarse fácilmente en tiendas asiáticas y en supermercados, junto a las verduras y a las frutas.
Contienen agua y una gran cantidad de vitaminas
Según el portal de Harvard Health, los brotes de soja están compuestos principalmente de agua, pero contienen una notable cantidad de proteínas, minerales y vitaminas. Poseen niveles superiores de antioxidantes en comparación con los frijoles sin germinar. Estos antioxidantes ayudan a combatir el riesgo de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares.
Este alimento actúa para ayudar a bajar los niveles de colesterol malo (LDL) y los triglicéridos. Su consumo es recomendable para personas con diabetes, ya que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre, y también es bueno para combatir el estreñimiento.
Este superalimento protege al cerebro del estrés oxidativo, lo que lo convierte en un aliado ideal para prevenir el deterioro cognitivo asociado con la edad. Una taza de brotes de soja contiene 0,11 gramos de grasa y aporta 25 calorías. Es por ello que su consumo es ideal para quienes buscan bajar de peso.
Cómo germinar brotes de soja
Para germinar las semillas de soja en casa, adquiérelas en tiendas de alimentos naturales o en supermercados. En un frasco de vidrio grande, vierte las semillas previamente lavadas y cúbrelas con agua, preferiblemente filtrada. Déjalas en remojo durante al menos ocho horas o toda la noche.
Luego del remojo, escurre el agua y enjuaga las semillas con agua fresca. A continuación, lleve las semillas al envase y cubre la boca del recipiente con un paño húmedo. Esto ayudará a mantener las semillas húmedas y permitirá que respiren.
Por último, enjuaga las semillas con agua fresca dos veces al día (por la mañana y por la noche) y vuelve a cubrir el recipiente con el paño tras cada enjuague. Al cabo de unos días, verás que las semillas germinan y desarrollan brotes. Una vez que los brotes alcancen el tamaño aproximado de seis centímetros están listos para ser consumidos.
Usos culinarios de los brotes de soja
Los brotes de soja son extremadamente versátiles en la cocina. Pueden ser utilizados en diferentes platillos, desde salteados y sopas hasta en ensaladas. Tiene una textura crujiente y un sabor suave que los hacen perfectos para cualquier receta. Algunas formas de disfrutar son: crudos en ensaladas porque aportan frescura y un ligero sabor a nuez. En salteados con verduras, carne, pollo o mariscos.
Conservan su textura crujiente incluso después de cocinarlos brevemente. Los brotes de soja pueden ser agregados a la sopa o en platos principales como decoración. Por último, algunas personas los incorporan en batidos para aumentar su alto contenido nutricional.