El vino es, por supuesto, un elemento indisoluble de una visita a Burdeos como es debido. La urbe del sudoeste está rodeada de mil y un châteaux, castillos-bodega que pueden ser visitados con cita previa y en los que podemos degustar los exquisitos caldos de la región en un entorno elegante y majestuoso. En mi última visita tuve el privilegio de visitar Château Malleret, en la preciosa zona de Médoc, un castillo en el que el representante de la familia propietaria, Aymar du Vivier y el experimentado y veterano enólogo, Paul Bordes, me hicieron tocar el cielo con algunas de las más interesantes añadas de sus impecables vinos, tanto tintos como blancos. Los de Château Malleret son unos burdeos de perfil moderno, sensuales y sabrosos, pensados para la guarda pero explosivos y perfectamente bebibles desde el primer momento, y las instalaciones, divididas entre las clásicas zonas de barricas y la moderna zona de depósitos de hormigón, harán las delicias de los aficionados al vino. Este château puede ser visitado solicitando la visita con antelación en contact@chateau-malleret.fr. Asimismo, hay otros châteaux más preparados para el enoturismo aunque no por ello menos imponentes como Château Pape-Clément, la principal bodega del magnate del vino bordelés Bernard Magrez. Este impresionante castillo, situado en Pessac, a las puertas de Burdeos, ofrece todo un abanico de visitas con degustación que pueden contratarse fácilmente en su web www.chateau-pape-clement.fr.