No habrá aficionados de la Lazio en el Ámsterdam Arena, actual Johann Cruijff Arena. El Ayuntamiento de la ciudad neerlandesa se mantiene firme en su prohibición y pese a todo tipo de presiones, ha respondido a la Lazio que devolverá a los 2.600 aficionados el coste de la entrada, pero ni un gasto más.

Así lo ha asegurado la alcaldesa o burgomaestra de la ciudad neerlandesa, Femke Halsema, que mantiene la prohibición por temores a incidentes como los vividos en la visita de los hinchas de Maccabi de Tel Aviv. El presidente del club romano, el también senador italiano Claudio Lotito, había reclamado un millón de euros como compensación si Ámsterdam no variaba su opinión. Casi 400 euros por cada hincha que tenía previsto viajar.

Halsema ha enviado esta semana pasada una carta de respuesta al requerimiento del club romano, que le exigía reconsiderar la decisión o en su caso, compensar los gastos y si no, atenerse a la vía judicial y posibles indemnizaciones.

La decisión se basa en un riesgo concreto de posibles alteraciones del orden público y no hay razones para variarla ni para compensar gastos”, asegura Halsema, que hace tres semanas basó esta medida en los fuertes incidentes que la visita de los aficionados del Maccabi Tel Aviv generó en la ciudad.

Con la vista puesta en otros viajes de la afición de la Lazio, la decisión de prohibir el acceso a la afición visitante al campo neerlandés, tomada de manera conjunta por la burgomaestra, el fiscal general y el jefe de Policía, fue ajena al Ajax, para evitar posibles represalias de la UEFA contra el club neerlandés. El partido fue declarado de “alto riesgo”.

Carta de Halsema

Así lo recordaba la propia Halsema en una carta al presidente y propietario de la Lazio, publicada por el diario italiano Il Messagero. En la misiva, la burgomaestra explica cómo “la Policía nos ha informado que algunos de sus seguidores son conocidos por sus simpatías fascistas y de extrema derecha y por sus declaraciones antisemitas y racistas”.

“Estas simpatías, expresadas a través de canciones y símbolos (punibles), ofenden a los jugadores, a otros grupos de aficionados y a otras personas. Los ejemplos incluyen el saludo hitleriano, la exhibición de esvásticas y el uso indebido de la efigie de Ana Frank”, recuerda Halsema un comportamiento que asegura “no es puntual, sino estructural, tanto durante los partidos en casa como fuera de casa”.

“En los últimos años, a varios aficionados del SS Lazio se les han incautado de manera regular armas blancas o puntiagudas y/o potentes petardos durante los partidos en Europa”, añade la Alcaldía de Ámsterdam que insiste en que “los seguidores del SS Lazio se comportan habitualmente de manera intolerable en Europa y no dudan en cometer crímenes”.

Y como pasa en cada vez más ciudades que acogen partidos de Champions o Europa League masculina, “para prevenir la alteración del orden público es necesario un importante despliegue de fuerzas policiales, crear zonas de riesgo para mantener la seguridad y promulgar ordenanzas municipales especiales”.

El duelo entre dos equipos que también son rivales de la Real en la Fase Liga de la Europa League (los de Ámsterdam cayeron 2-0 en Anoeta; y los laziales recibirán a los de Imanol en enero) se disputará este jueves en el Johan Cruijff Arena.

La Curva Nord pide no viajar

Los integrantes de la Curva Nord del estadio romano, donde entre otros se encuentran ultras de la Lazio, han llamado a la afición romana a evitar desplazarse hasta Ámsterdam. “No viajaremos, porque existe la posibilidad de llegar al aeropuerto de Ámsterdam, ser retenidos y tener que volver a Roma en el primer vuelo”, asegura el colectivo, que invita a la afición laziale a hacer lo propio y abortar el viaje a los Países Bajos.

Aun así, la propia Halsema avisa de que las autoridades neerlandesas están preparando el operativo “a conciencia”, por mucho que las entradas visitantes hayan sido canceladas, ya que no descartan que parte de los 2.600 aficionados opte por mantener el viaje a los Países Bajos.

“Siempre tenemos en cuenta diferentes escenarios en torno a los partidos de alto riesgo y nos preparamos para ellos junto con la Policía”, ha expresado Halsema al diario De Telegraaf, en el que avisa que “la Policía está alerta ante expresiones o comportamientos delictivos”.

“El riesgo de expresiones y disturbios de extrema derecha, antisemitas y racistas es demasiado grande”, ha insistido la burgomaestra, que a tres días del choque, mantiene la decisión invariable.