Donostia dará este viernes “un paso más” para ser una de las sedes del Mundial de fútbol del año 2030. Lo hará al remitir la documentación exigida y convertirse en una de las ciudades que habrá aceptado las condiciones que la FIFA impone a las aspirantes a acoger la gran cita, que la organizarán de manera conjunta tres federaciones: la española, la portuguesa y la marroquí.

El Ayuntamiento de la capital guipuzcoana ha trabajado las últimas semanas para cumplimentar la documentación exigida y poder remitirla antes del 23 de febrero, fecha tope marcada por la propia FIFA. A diferencia de otras aspirantes, que podrían quedarse en el camino al no cumplir este paso, el trabajo realizado durante los meses anteriores ha permitido que Donostia cumpla este nuevo requisito sin ningún contratiempo. El hecho de que la reforma de Anoeta esté terminada, a falta de la última obra para ampliar en 1.700 localidades el aforo definitivo, es una ventaja con la que cuenta Donostia.

A primeros de diciembre la FIFA remitió a las federaciones española, portuguesa y marroquí, que organizan la cita mundialista de manera conjunta (además de los partidos inaugurales en Sudamérica), las condiciones definitivas de los estadios y las ciudades-sede. Unos requisitos que no han variado la hoja de ruta ni de Anoeta ni de Donostia. Tanto que apenas 10 días después y en el marco de la junta de accionistas, el presidente de la Real, que es la otra pata de esta candidatura, Jokin Aperribay, anunció la pequeña reforma para llevar el estadio por encima de los 40.000 asientos.

Fue uno de los puntos que estuvo sobre la mesa en la última visita oficial del presidente de la RFEF, Pedro Rocha, a Donostia, donde fue recibido por la Federación Guipuzcoana y la Real repasó el estado de una candidatura sólida.

Momento de la reunión mantenida en noviembre en Donostia entre los miembros de la Federación Española y los de la Guipuzcoana. N.G.

Fue a finales de noviembre, días antes de que la FIFA estableciera los requisitos definitivos, y entonces dos eran los puntos que atraían la atención de los organizadores: que Anoeta no alcanzaba el mínimo de 40.000 espectadores para los partidos de la fase de grupos; y que el vestuario visitante debe ser de dimensiones idénticas al local, lo que requerirá de una obra menor.

Tensión hispano-marroquí

El Mundial de 2030 se celebrará en unas fechas similares a la del primer Campeonato del Mundo, que se disputó en Latinoamérica. Uruguay, Argentina, Paraguay e, inicialmente, Chile conformaban otra candidatura que competía con la hispano-portuguesa y la marroquí. Estas últimas se unieron en un proyecto y luchaban con Sudamérica. Al final la institución que preside Gianni Infantino ha establecido que para conmemorar aquel primer Mundial, Uruguay, Argentina y Paraguay acogerán un partido cada uno.

Esta decisión está inspirada en algunas competiciones de los Juegos Olímpicos, que se suelen comenzar a disputar días antes de la gran ceremonia inaugural. Así, la Federación Internacional tiene claro que el gran pistoletazo de salida tendrá lugar en uno de los tres países anfitriones, y no en Montevideo, Buenos Aires o La Asunción.

Ahí entra la segunda gran cuestión en liza: una vez aceptó aliarse a la candidatura ibérica (lo que facilitó la designación), Marruecos ha pedido la organización de la gran final, prevista para el 21 de julio de 2030. La Federación Española solo contempla una opción: que el partido decisivo no solo se dispute en territorio español, sino que sea en el Santiago Bernabéu.

La final, ¿en Marruecos?

“El nuevo estadio Santiago Bernabéu va a cambiar la historia del Real Madrid”, dijo el presidente madridista, Florentino Pérez, en la última asamblea de socios, en la que anunció que a las obras del coliseo blanco, tras una inversión de 1.170 millones (la reforma de Anoeta ha rondado los 80), le quedaban pocos meses. Se espera que a lo largo de este 2024 esté terminado. La fecha no es baladí: de aquí a 2030, además de los partidos del Real Madrid, tiene en agenda actuaciones como la de Taylor Swift y un partido de la NFL, ambas confirmadas, y otras opciones como la final del Europeo de balonmano 2028 o una Copa del Rey de baloncesto.

Las tensiones entre las federaciones española y marroquí (Portugal no reclama más que la participación de sus tres principales estadios: Estádio da Luz, Jose Alvalade y Estádio do Dragão) también está en el número de infraestructuras. El régimen alauí puja con Madrid con un estadio de nueva construcción y capacidad para 113.000 personas (Gran Estadio Africano), a unos 40 kilómetros de Casablanca. Junto a este estadio, Marruecos propone llevar partidos a Tánger, Rabat, Marrakech, Agadir y Fez.

Lo último que ha trascendido hasta la fecha es que el comité organizador puede haber consensuado un reparto de 11 estadios pertenecientes a la RFEF, los 6 de Marruecos y los 3 ya citados de Portugal. Un total de 20 estadios, que es el máximo que permite la FIFA para este tipo de eventos, que marca el mínimo en 14 campos.

¿Entrará Anoeta?

La posibilidad de que crezcan a 11 los estadios con los que contaría la RFEF, algo no confirmado de manera oficial, podría facilitar algo las opciones de que Anoeta esté entre las elegidas. Pese a los continuos rumores, que en algunos momentos han dejado a Donostia fuera de la carrera y después la han vuelto a meter a la vista de la situación de otros proyectos, los impulsores de la candidatura guipuzcoana se mantienen con el mismo ánimo que al principio y atentos a los distintos movimientos.

Anoeta compite con otros 14 estadios: Camp Nou, Cornellá, Santiago Bernabéu, Metropolitano, La Cartuja, La Condomina, Gran Canaria, La Rosaleda, Mestalla, San Mamés, La Romareda, Riazor, El Molinón y Balaídos. Aun así, algunos se encuentran con dificultades para superar las siguientes cribas.

15

Los 15 estadios que optan a ser sedes del Mundial 2030 N.G.

Al menos tres, en duda

Los focos se centran ahora mismo en el futuro de tres de ellas, El Molinón, La Romareda y Mestalla, y por distintas razones. En Gijón, existen tensiones entre el Sporting, que ha presentado un proyecto para reformar El Molinón, y el Ayuntamiento, que se niega a respaldar la candidatura sin un plan financiero del club que aporte “responsabilidad y seguridad”. Salvo giro de última hora, Gijón caerá de la carrera de 15, donde también pelean por seguir Málaga y Las Palmas de Gran Canaria.

La capital zaragozana ha resuelto in extremis firmar el compromiso con la FIFA y afrontar todos los costes exigidos para acoger la cita, entre los que se incluye buena parte de la reforma de La Romareda (costará unos 140 millones).

Las autoridades locales deberán remitir en un plazo extraordinario de dos meses garantías adicionales de que la candidatura y su estadio estarán listos para las fechas exigidas. Como tope, 2029. Una casuística similar en la que se encuentra sumido el Nuevo Mestalla, según informa el diario valenciano Las Provincias. Otro estadio sobre el que se cierne un gran interrogante en pleno culebrón con la propiedad del club que ostenta Peter Lim, una polémica que atraviesa distintos gobiernos y mandatos de todos los colores.

Por de pronto, las instituciones están dispuestas a acoger la cita mundialista, y según el mismo medio, a comienzos de semana la Generalitat Valenciana y el propio Consistorio han firmado el memorándum a la que le faltaba la firma del club. El propio estadio tiene sus obras paradas desde hace 15 años, desde febrero de 2009, y a la necesidad de avanzar en los pasos exigidos por la RFEF y la FIFA hay que añadir el proceso judicial entre las partes, los problemas urbanísticos y los financieros.

Próximos plazos

Superado este plazo para que las autoridades locales se comprometan con la FIFA, el siguiente punto decisivo llegará en unos cuatro meses. Será la criba definitiva, ya que las tres federaciones organizadoras deberán enviar en junio a la Federación Internacional las sedes elegidas una vez se hayan comprobado todos los requisitos. También en este dossier se especificarán las 72 subsedes, ciudades secundarias que acogerán infraestructuras como los campos de entrenamiento.

Recibido ese dossier, será la FIFA quien bendiga la candidatura en su conjunto en el Congreso de finales de año. Tras la cita de mayo en Bangkok (Tailandia), el órgano de la Federación Internacional se volverá a ver las caras en el último trimestre en Zurich (Suiza). Entonces será cuando se decidan las sedes de manera definitiva, además de otras cuestiones relacionadas con el Mundial 2030