Una de las medidas que propone la Real para cumplir con la lista de espera para nuevos abonados y las exigencias de las competiciones europeas. Para ello, el consejo de administración ya propone una ampliación de 1.700 asientos, que llevaría a Anoeta por encima de los 41.000 espectadores.
La vía es sencilla. Ya la planteó la arquitecta responsable de la reforma, Izaskun Larzabal, en una entrevista con este diario en 2020. “En la instalación hacia lo que son los extremos y arriba, con los huecos que hemos dejado para esponjar un poco y dejar que entre más la luz, tenemos margen”, reconoció en la entrevista concedida tras ganar el prestigioso Prix Versailles 2020 for Sports, donde añadió que para ampliar Anoeta “hasta 42.000 lo tenemos muy sencillo, pero si hubiera una demanda, seguro que otros 2.000 más (44.000) lo podríamos conseguir sin hacer grandes cosas”.
Y según ha explicado el presidente realista, Jokin Aperribay, en la junta general de accionistas, así será. El club ha hablado ya con el Ayuntamiento y ha solicitado permiso para poder afrontar una ampliación.
Con ella, la Real podría llegar a superar los 41.000 espectadores en Anoeta, con pequeños ajustes, que consisten en ocupar la zona más superior de la Tribuna Este (la banda del Xanti), y los córners, donde hoy no existen gradas.
Esta reforma, además de cumplir ya con el mínimo de 40.000 asientos para un hipotético Mundial en 2030, serviría para atender en parte a una lista de espera que supera las 3.000 personas, y también cumplir de manera efectiva los requisitos de la UEFA. Ahora mismo la Real no puede facilitar más de unas 1.600 localidades, cuando debería acercarse a 1.900.
Aperribay ha reconocido que el consejo de administración ya lo ha debatido y han comenzado los trámites, si bien no ha facilitado tiempos ni plazos.