Gaizka Garitano reconoció ayer que no da importancia al factor campo en el partido de vuelta de la promoción de ascenso a Primera este jueves ante el Alavés, un partido que será muy “igualado”. El técnico armero dice que el Eibar no es un equipo que salga nunca a especular, ni a buscar el empate, y por ello señaló que si jugar en Mendizorroza no les favorece, el hecho de que siempre salen a ganar sí que les supondrá una ventaja, al no tener que cambiar su estilo de juego.

Afirmó también que hasta no llegar a la prórroga no va a tener en cuenta que el empate les elimina. Por ello afrontarán el partido sin ningún tipo de miedo y con “personalidad”, para hacer su juego ofensivo habitual.

Garitano no quiso hablar mucho de su rival y admitió que conoce perfectamente sus “fortalezas” y ya sabe que los dos conjuntos tienen detectados los puntos débiles y las virtudes de su rival.

No especuló con su continuidad como entrenador del Eibar y confía en que al menos, tras el del Alavés, le queden otros dos encuentros esta temporada.

Por último, espera que el arbitraje no les dé, pero tampoco les quite nada y recordó que en la ida el Eibar vio seis cartulinas amarillas y el Alavés ninguna, cuando los armeros habían cometido menos faltas.